Oscar Puente ha conseguido ser el cabeza de lista del PSOE al Ayuntamiento tras una larga carrera política. Su reto, acabar con la hegemonía de León de la Riva en Valladolid.

¿Por qué se presenta a las elecciones?

Por vocación de servicio pura y dura. Puedo contribuir a hacer esta ciudad mucho mejor de lo que es.

¿Cuáles serían sus tres prioridades si ganas las elecciones?

Frenar el éxodo de los jóvenes, que se van por falta de empleo y de vivienda. Mejorar la movilidad y los servicios sociales, sin olvidarnos de la transparencia.

¿En qué notarían los ciudadanos que Valladolid ha cambiado de alcalde si gana? ¿En qué se diferencia de León de la Riva?

Yo tengo una forma de ser muy diferente. Más estable desde el punto de vista psíquico, es decir, no tengo tantos altos y bajos, soy más dialogante. Tengo muchas ganas y él eso lo ha perdido por una cuestión lógica, lleva 16 años en el Gobierno. Verán a un Ayuntamiento preocupado por dar un impulso a la actividad. Esta ciudad no necesita más chapa y pintura, necesita un nuevo motor.

¿De verdad se puede empezar el soterramiento el próximo año?

Si no se pudiera no me habría ido al notario y hubiera comprometido una fecha concreta. La  cuestión es si esperamos a que se vendan las parcelas o lo afrontamos con nuestro presupuesto. Es realista decir que en una legislatura vamos a soterrar hasta la estación empezando por la Pilarica.

Hacer la obra a cielo abierto, ¿requiere otra declaración de impacto ambiental?

Si es necesario tocar la declaración, que creo que no lo es, pediré la máxima agilidad administrativa. Sé que se puede. Antes del 30 de junio empezaremos la obra. No he descartado la opción de la tuneladora, prefiero hacerlo a cielo abierto porque cuesta menos y da más empleo a la gente de Valladolid. Pero si tiene que ser con tuneladora, podemos empezar ya, solo hay que licitar la obra.

¿Presentó una alegación al proyecto Rogers para exigir que se utilizar la tuneladora, como sostiene León de la Riva?

Eso es falso. La tuneladora es una idea de Javier León de la Riva que yo no he compartido. Yo siempre he apostado por el muro pantalla porque es un 30% más barato, crea más empleo, se pueden hacer sobre el túnel aparcamientos, puedes hacer la obra por fases, todo son ventajas salvo que se generan más molestias.

¿De verdad hace falta un palacio de congresos si en septiembre la ciudad acoge uno de 2.000 personas?

Primero, ese congreso viene porque la secretaria de Estado de Cooperación es de aquí. Si no, en la vida vendría a Valladolid. Segundo, hay que dividirlo en espacios, habrá parte en las Cortes, porque el Miguel Delibes no tiene capacidad suficiente. ¿Hace falta? Mi respuesta es que no hace falta un palacio de congresos, sino el palacio de congresos que se convierta en un motor de la economía. Un palacio en un rinconcito de la feria de muestras no tendrá el más mínimo atractivo. Hacerlo en la Academia de Caballería no tendría color ¿Si eso no se puede hacer? No nos corre prisa hacer un palacio de congresos sin más. Debemos ofrecer algo verdaderamente diferente.

¿Están las arcas públicas cómo para aguantar este tipo de proyectos?

Nuestro proyecto muy difícilmente se hará en una legislatura. Es muy complejo porque hay que conseguir la cesión de la Academia de Caballería, convocar el concurso internacional de ideas y sacar el concurso del proyecto. Me conformaría con dejarlo listo para en una siguiente legislatura afrontar su construcción. Entiendo que después de ese tiempo España tiene que estar en mejores condiciones.

¿Habría empresas interesadas en construir el tranvía?

Sin ninguna duda. Más de una y más de dos. Nosotros ya hemos mantenido contacto con empresas interesadas en presentar un proyecto para Valladolid como lo han hecho en Zaragoza. Ahora mismo, una concesión de 35 años para una línea entre Parquesol y el campus con una masa crítica de más de 150.000 personas sería interesante para cualquier empresa porque sería rentable. Además, el Ayuntamiento cubriría el déficit de explotación.

¿Cuánto podría costar?

Entre 90 y 100 millones vehículos en mano. Es un cálculo muy al alza. Valladolid puede ser la primera ciudad que incorpore una línea 100% sin catenaria, con el nuevo sistema que tienen Alstom, Caf y Siemens que son vehículos que cargan en la parada en un tiempo de 20 segundos y tienen una autonomía de 500 metros. Pero vamos a ponernos en 9 millones de euros por km. En Zaragoza, la inversión ha sido de 350 millones y el 80% lo ha asumido la iniciativa privada. El precio del billete sería el mismo que el del autobús.

¿Qué otras medidas caben para mejorar el autobús?

Proponemos que la frecuencia del autobús sea de 10 minutos. Eso implica redefinir las líneas, carriles reservados y el complemento del tranvía. Apostamos por un centro más peatonalizado, con más espacio para el ciclista y con una red de aparcamientos disuasorios.

¿Es necesario multiplicar por tres la oferta de las guarderías públicas?

Indudablemente. Ahora hay 800-900 solicitudes, pero es que hay gente que no lo pide porque sabe que no tiene la más mínima opción. Si yo triplico la oferta iríamos a 2.100 y hay 7.000 niños de 0 a 3 años.

¿Qué se puede hacer desde el Ayuntamiento para favorecer el empleo?

Se puede hacer muchísimo. La primera preocupación de un alcalde en una situación como esta debe ser generar empleo en su ciudad. La ciudad decide estratégicamente qué se hace en su suelo, si se hacen casas o industrias. Estamos comprando el suelo industrial en Palomares a 70 euros/m2 que acabará en el mercado en torno a 200 euros/m2, el precio del corredor del Henares, el suelo industrial más caro de España. En Zaragoza, el suelo de la plataforma logística PLAZA se adquirió a 9 euros/m2 y se ha puesto en el mercado entre 60 y 90 m2, a lo que lo hemos comprado en Palomares sin urbanizar. Se pueden hacer virguerías desde el Ayuntamiento para generar empleo.

La campaña está siendo más tranquila que la de hace cuatro años, no han utilizado asuntos polémicos como el urbanismo, ¿por qué?

Todo tiene su momento. Nadie nos podrá decir que en estos cuatro años no hayamos sido rigurosos en el control del equipo de gobierno, pero ahora los ciudadanos quieren saber qué es lo que nosotros ofrecemos para el futuro. Machacar otra vez sobre las ilegalidades y las sentencias contrarias es machacar sobre un territorio suficientemente tocado. Queremos que los ciudadanos vean que también tenemos un proyecto de ciudad. Que la gente vea lo que cada uno propone: por un lado tenemos la piscina flotante, la policía montada a caballo de Canadá y la discoteca para abuelos y por el otro el soterramiento con fecha, el área metropolitana, el tranvía, las escuelas infantiles.

Las encuestas reflejan un porcentaje alto de indecisos, ¿por qué le deben votar?

Hay mil razones. Primero por higiene democrática. 20 años una misma persona no son buenos para nadie, sea quien sea el que gobierne. Vamos a darle un nuevo impulso a la ciudad. No se puede pedir cuatro años más para hacer lo que no se ha hecho en 16 años. Hay que cambiar la política del “llanero solitario” por otra de más consensos.

¿Cómo interpreta que salgan en Valladolid 1.000 personas a la calle convocados desde Internet para exigir, entre otras cosas, otra política?

Respeto, preocupación y decirles que trabajo para evitar que esas manifestaciones se tengan que reiterar. Apuesto por la transparencia. He hecho públicos mis ingresos, mis bienes y nadie me lo exigía. Estoy aquí para dar la cara. Bolsillos de cristal. La gente sabrá hasta el último céntimo en el que invertimos su dinero. Es su derecho. Acercar la política a la ciudadanía, pisar mucho la calle y que la gente vea aquí no hay nada que esconder.

BIO. Nació en Valladolid en 1968. Es abogado. Está casado y tiene dos hijas que acuden a un colegio concertado. Le gustan los deportes, en especial la Formula 1 y el golf. Durante su juventud fue un apasionado del teatro.