El último informe anual de Aministía Internacional correspondiente al año 2010 recoge que la atención a las víctimas de violencia de género en Canarias aún sigue siendo deficiente, tal y como ha informado en una rueda de prensa celebrada en Santa Cruz de Tenerife el portavoz de esta ONG, Kepa Ganchegui.

Sólo el pasado año, un total de diez mujeres perdieron la vida en Canarias por violencia de género. Si se tienen en cuenta los últimos diez años, la cifra se eleva a 71, lo que sitúa al archipiélago como la comunidad autónoma con el mayor índice de muertes por violencia machista.

Para el portavoz de Amnistía Internacional, este dato es "desproporcionado" con respecto al resto del España, por lo que haciéndose eco de las demandas del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife, ha considerado "lógico" que se lleve a cabo una investigación que permita sacar conclusiones de por qué se está produciendo esta situación en las islas.

Asimismo, ha lamentado que ante estas cifras algunas instituciones públicas como el Cabildo de Tenerife no sólo hayan cerrado algunos servicios de atención a este colectivo, sino que además hayan recortado el presupuesto destinado a hacer frente a la violencia de género.

Otros datos de interés recogidos en el Informe son los que se refieren al racismo y la discriminación. A este respecto, Kepa Ganchegui ha señalado que en las islas "no ha habido ninguna acción para erradicar esta lacra social, lo que demuestra que las autoridades no protegen al inmigrante".

Respecto a la inmigración, la Memoria de Amnistía detalla que en 2010 la llegada de inmigrantes se ha recortado a la mitad. Y del total de personas que vinieron de forma irregular a las islas 39 eran menores.

Academia canaria de seguridad

En el Informe Anual de Aministía Internacional también se ha hecho un hueco la Academia Canaria de Seguridad, órgano autonómico encargado de formar a los agentes de la Policía Local y del Cuerpo General de la Policía Canaria. Según Kepa Ganchegui, "este órgano ha impartido cursos específicos pero en ninguno de ellos había una relación definida sobre los derechos humanos". "Sólo se tratan en un pequeño módulo dentro de la formación básica de los agentes", detalló.

De igual forma, desde Aministía Internacional se pide a los cuerpos y fuerzas del orden que dejen de usar las denominadas 'taser' o porras eléctricas hasta que no sean totalmente inocuas. En torno a este asunto, el portavoz de Amnistía Internacional se ha referido a un informe de la Organización de las Naciones Unidas en el que se indica que el uso de este arma puede ser considerado, incluso, como un tipo de tortura. Si bien hay otros informes que dicen que estas porras son inocuas, Ganchegui ha aclarado que la mayoría son elaborados por los propios fabricantes.