Ibercaja y la Asociación de Papiroflexia de Aragón envían, esta semana, 1.000 grullas de origami a Japón, con la intención de mostrar la solidaridad con el pueblo nipón tras la catástrofe natural y nuclear que tuvo lugar Fukushima en el mes de marzo.

Así, del 28 de abril al 10 de mayo la Obra Social de Ibercaja programó un ciclo de conferencias 'Japón tras el terremoto y el tsunami del 11 M', cuyo objetivo principal era rendir un homenaje al pueblo japonés.

La realización de las 1.000 grullas fue una actuación solidaria a lo largo de todo el ciclo de ponencias, que arrancó a partir de la historia de Sadako Sasaki, una pequeña niña japonesa víctima de la bomba atómica de Hiroshima durante la II Guerra Mundial, y que actualmente es un símbolo de paz, según ha informado Ibercaja en un comunicado de prensa.

El acto de inauguración del ciclo contó con la presencia del embajador de Japón en España, Fumiaki Takahashi, que agradeció las muestras de solidaridad hacia su país, así como los múltiples actos organizados desde Aragón en este sentido.

"Las cuatro ponencias del programa han contado con una gran afluencia de público, que de esta manera ha mostrado también su solidaridad con el pueblo japonés". A través de esta iniciativa, la Obra Social de Ibercaja ha querido "abrir un debate ciudadano en torno a los acontecimientos sufridos por el pueblo nipón, para comprender mejor sus causas y consecuencias".