El 84% de los conductores cántabros no se plantea aún la compra de un coche ecológico, según refleja un estudio sobre la opinión de los conductores españoles realizado por Coches.net.

En concreto, a partir de encuestas a una muestra de más de 12.400 conductores, se fija que el 40,91% de los conductores cántabros no piensa adquirir un coche ecológico en los próximos dos años y que un 43,43% no se ha planteado esta opción.

De hecho, únicamente un 15,56% de los conductores de Cantabria afirma estar interesado en comprar un vehículo de estas características.

A nivel estatal, la cantidad de conductores que se plantean adquirir un coche ecológico es del 14,88%, porcentaje que ha aumentado ligeramente - un 2,31% -en comparación con los resultados del mismo estudio realizado el año pasado.

Los principales motivos alegados por los conductores cántabros para rechazar la compra de un coche ecológico son el precio (22,22%), la poca autonomía (20,99%), y la percepción de poca fiabilidad y la dificultad de encontrar lugares reales de carga (ambos con un 13,58%).

En 2010, en España, el precio era considerado un impedimento sólo por un 7,46% de los encuestados.

Roger Gastó, director de Coches.net, comenta que "parece que ahora el principal freno para la compra de un coche ecológico es el precio, por lo que cabe pensar que algunas personas podrían cambiar de opinión con motivo de la reciente puesta en marcha, por parte del Gobierno, de las ayudas de hasta 6.000? para la compra de un coche ecológico".

En cuanto al proceso de compra, los resultados del estudio revelan que sólo el 27,78% de los conductores cántabros tiene en cuenta las emisiones de CO2 a la hora de comprar un vehículo nuevo; mientras que un 53,03% no lo toma en consideración y un 19,19% presta atención a este aspecto únicamente si supone un descuento en el precio final del vehículo.

A nivel estatal, la cantidad de conductores que afirman tener en cuenta las emisiones de CO2 es del 33,96%, dato prácticamente igual al obtenido el año 2010, un 34,20%.

Además, siete de cada diez conductores cántabros considera que mejorar la red de transporte público sería una buena medida para reducir los niveles de contaminación.