Los candidatos al Ayuntamiento de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), Jaime Lissavetzky (PSOE) y Ángel Pérez (IU) se han 'enredado' este lunes en la deuda de Madrid, el IBI y el carril bici durante su debate en las redes sociales coordinado desde la web de Europa Press.

Durante una hora han contestado, cada uno desde su despacho, a doce preguntas seleccionadas por la agencia entre las enviadas por los internautas, de las que la deuda de Madrid, el IBI, el carril bici y los permisos de apertura de locales han sido las más replicadas. Mientras, desde Twitter se han "colado" en el debate el candidato municipal de UPyD, David Ortega, y el del Partido Castellano a la Asamblea de Madrid, Mariano Navarro.

Pérez abogó por pedir a los bancos "corresponsabilidad con moratorias en el pago", política fiscal progresiva y financiación proveniente del Pacto Local y la capitalidad, mientras Lissavetzky reducirá los cargos de confianza, arrendamientos de edificios y gastos accesorios, sin reducir el gasto social.

Ruiz-Gallardón recordó que, gracias a la inversión hecha en Madrid, 122.905 madrileños tienen un puesto de trabajo, y que la deuda de cada madrileño es "cinco veces mayor por lo que se ha endeudado el Gobierno de Zapatero que por lo que lo ha hecho el Ayuntamiento".

Lissavetzky le replicó que "comparar el presupuesto del Ayuntamiento con el del Estado es absurdo", porque los presupuestos del Estado son 64 veces los de Madrid y, aún así, la deuda por habitante del Estado ha crecido "un 44% y la de Madrid un 319%". Gallardón respondió que desde que empezó la crisis la deuda municipal ha aumentado un 1%, mientras la del Estado un 67%.

Pérez replicó al alcalde que en Madrid hay 200.000 funcionarios, "lo que maquilla la cifra de paro", y le preguntó por qué no ha generado ya los 150.000 empleos que promete. Según Ruiz-Gallardón, en Madrid hay los mismos funcionarios que en 2007, cuando "el diferencial de paro a favor de Madrid era de 2 puntos y hoy es de 7,5". Ortega (UPyD) opinó que "no tomar en serio la deuda es grave irresponsabilidad" y que "Standard & Poors ha bajado a Gallardón cuatro veces la calificación".

Gallardón se comprometió a no modificar el IBI, mientras Lissavetzky prometió eliminar la tasa de basura, congelar el IBI y anular el 'catastrazo', y Pérez aplicará un criterio de progresividad, para que paguen más las rentas catastrales más altas.

Pérez defiende integrar la bicicleta en el espacio reservado al tráfico rodado y no en el de los peatones, mientras Lissavetzky propone implantar en dos años la red BICI (garantizar el acceso a todos los barrios y un servicio público de alquiler de bicicletas).

Ruiz-Gallardón aseguró haber comprometido más de 100 nuevos kilómetros de carril bici y que el primer cinturón de Madrid (Bulevares, de Colón a Atocha, Rondas, Puerta de Toledo, Bailén, Pintor Rosales, Marqués de Urquijo y Bulevares) se podrá recorrer en bici.

Gallardón opina que los manifestantes de este domingo en Madrid perdieron su razón "cuando la foto final de la misma son puñetazos a los policías y cristales rotos"; Lissavetzky, que no está de acuerdo "con actos vandálicos como los que se produjeron" y Pérez, que "es una consecuencia lógica de una crisis que están pagando los trabajadores y, de forma muy especial, los jóvenes".

Gallardón citó al candidato de CyU (sic) por Barcelona, Xavier Trias, que dijo envidiar de Madrid la limpieza de sus calles. Lissavetzky opinó que "Madrid está cada vez más sucio", y Pérez propuso "introducir tramos para que paguen más quienes más residuos generan".

Los tres candidatos defendieron una mayor actuación policial y sólo el de UPyD por el social: "las cundas -ha señalado- son reflejo de un problema de fondo, la Cañada Real", que "con los 534 millones de euros del Pal de Correos se solucionaría".

Gallardón subraya que personas con enfermedad mental, adicciones o alcoholismo no son auténticamente libres para elegir, y hay que procurar que se inserten en la red municipal. Lissavetzky replicó que no basta con llevarles a dormir a centros municipales, sino que la receta es prevención y reinserción, y Pérez pide que los centros ofrezcan programas de reinserción.

Gallardón asegura que en quince días se consigue una licencia de apertura, lo que Lissavetzky y Pérez refutan y coinciden en pedir ventanilla única y ni un papel del que disponga cualquier administración. Según Lissavetzky, la pila de papeles para abrir una empresa tiene 54 centímetros de altura y, Gallardón replica que la mayoría corresponden a documentos para la Administración Central.

Al final, una pregunta sólo para Gallardón: "En el caso de que deje la Alcaldía, ¿quién le sustituirá? ¿Ana Botella?". Gallardón recordó que sus adversarios socialistas son los que se marcharon, incluido Lissavetzky cuando dejó su escaño en la Asamblea en 2000 para ir al Congreso, y añadió: "La pregunta debe ser quién sustituirá a Lissavetzky". Este contestó con una réplica: "Jaime Lissavetzky sustituirá a Jaime Lissavetzky, querido Ana Bo.. perdón, Ruiz-Gallardón".