CASTELLÓN, 15 (EUROPAPRESS)

El padaso 10 de mayo, sobre las cuatro de la tarde, el servicio de seguridad de un centro comercial de la capital, se percató de la presencia de un hombre que introducía en una bandolera, oculta bajo su chaqueta, un reproductor MP4 de una conocida marca.

Este sujeto, al verse sorprendido, sacó dos reproductores de su bandolera y los abandonó en una de las cajas que se encontraba cerrada al público. Al pedirle que mostrase la bandolera se percatarón que ésta se encontraba forrada en su interior con papel de aluminio, para burlar así los sistemas de alarma.

Mientras hablaban con este individuo, el Jefe del servicio de seguridad recordó que a finales del mes de marzo, otras dos personas, procedentes también de Barcelona, accedieron al establecimiento e intentaron sustraer los mismos productos, por lo que sospechando que pudieran estar relacionados, alertó inmediatamente a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Castellón.

En pocos instantes, los policías establecieron un dispositivo de vigilancia sobre éste hombre dentro y fuera del Centro Comercial, pudiendo comprobar cómo tras una llamada telefónica se acercaron otros tres varones en un vehículo de alta cilindrada y le recogieron a las puertas de la gran superficie.

Los policías que le seguían, pudieron observar que tenían intención de abandonar la ciudad, tomando la AP-7 en dirección a Barcelona, por lo que procedieron a interceptarlos en el peaje.

Al controlar el interior del vehículo, los agentes encontraron ocultos en el compartimineto de la rueda de repuesto unos alicates con el mango de color amarillo, 22 juegos para video consola, diez IPOD 8G, y un Ipod Shuffle 2 G. Igualmente los agentes procedieron a la intervención de dos bolsos forrados con papel de aluminio, un vehículo de gran cilindrada, diez folios con información de las grandes superficies de la zona del levante y cuatro teléfonos móviles.

Tras realizar las gestiones oportunas los agentes pudieron saber que tres de los detenidos habían durante la mañana en diferentes horarios a la gran superficie, llevando una bandolera oculta bajo la chaqueta, donde ocultarían el género sustraído.

Según la misma fuente, estas personas se organizan cuidadosamente y acceden por separado al establecimiento, para en caso de ser sorprendidos el importe del hurto no pudiese ser considerado delito, saliendo al vehículo donde les estaría aguardando el cuarto implicado, para ocultar los objetos y acceder nuevamente al establecimiento a cometer un nuevo hecho, logrando así no ser sorprendidos con mercancía que pueda valorarse en más de 400 euros, cuantía que alcanzaría la figura del delito.

Los detenidos —identificados como R.L. G.D. y I.C.R., J.G.N., de 30, 25 y 23 y 25 años, cuentan con antecedentes policiales, en su mayoría por hurto, y han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial.