Muchos vecinos de Lorca pasean con maletas y algunos no se atreven a entrar en casa

  • La cercanía de edificios derruidos, las grietas en paredes o el mal estado de la entrada a las viviendas son algunas de las razones que asustan a los vecinos.
  • Escasos locales de venta de alimentos han sido abiertos al público este sábado.
  • El 60% de los edificios es habitable.
  • Cientos de personas continúan buscando una cama donde poder dormir.
  • El seísmo de 5,2 dejó 9 muertos (dos embarazadas y un niño) y 293 heridos.
  • Teléfono para afectados: 900 117 816.
Imagen de archivo de unos vecinos ante un edificio afectado por los terremotos de Lorca.
Imagen de archivo de unos vecinos ante un edificio afectado por los terremotos de Lorca.
EFE
Imagen de archivo de unos vecinos ante un edificio afectado por los terremotos de Lorca.

Las calles de Lorca muestran este fin de semana a varios vecinos paseando por las calles con maletas con ruedas para entrar en sus viviendas ubicadas en edificios donde pueden alojarse, pero hay también casos de personas que no quieren entrar en sus casas aún pudiendo hacerlo porque ven que presenta grietas.

Hay personas que pasean con casco por las calles debido a que continúa el riesgo de que se caiga un cascote, hay balcones que cuelgan o cristales rotos de las ventanas. Escasos locales de venta de alimentos han sido abiertos al público, y en los que sí lo han hecho se ven colas en las cajas registradoras de personas aprisionándose de víveres básicos como leche, pan y agua.

En la alameda de la Constitución las compañías aseguradoras han desplegado carpas para atender a clientes, y también se ve que las poquísimas cafeterías que han abierto, lo más demandado es el tabaco. Los semáforos no funcionan y los únicos vehículos que circulan por las calles son turismos de lorquinos para meter todos los enseres que puedan de sus casas para llevárselos a la vivienda de un familiar o amigo, grandes camiones del Ejército, y patrullas de la Policía que vigilan la ciudad, repleta de cintas policiales acordonando las aceras de los edificios más peligrosos.

Dos grúas con operarios están estudiando qué solución darán al campanario de la iglesia de San Francisco, sede del paso procesionario azul, ya que se encuentra en muy mal estado y corre riesgo de derrumbarse sobre otros edificios, por lo que han instalado desde este viernes un andamio de contención.

Por otro lado, en la iglesia de Santo Domingo, sede del paso procesionario blanco, preocupa la cúpula que ha rotado sobre sí misma tras el seísmo.

La gente que ve un punto verde en el edificio de su vivienda y no quiere quedarse en sus casas lo hace porque faltan tramos de escalera, porque la entrada está impracticable, entre otras circunstancias. El número 68 de la avenida Juan Carlos I ha pasado en las últimas 24 horas del rojo al amarillo y, finalmente, al verde, mientras que el número 4 de la calle Floridablanca, en cambio, ha pasado del amarillo al rojo, en este caso mientras había personas dentro intentando sacar algunos enseres.

Otro caso curioso es el número 1 de la calle Predicador Juan Antonio Malo, en el barrio de San José, que está en amarillo, pero como los edificios de alrededor están muy dañados, ningún vecino ha querido entrar a recoger sus pertenencias.

60% de los edificios, habitables

El 57,76% de los edificios del casco urbano de Lorca (1.597 de 2.765), mayoritariamente viviendas, han sido declarados habitables, después de que terminara la inspección y evaluación de daños causados por los terremotos, según han informado fuentes municipales.

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