Representantes universitarios rechazan dar a los cabildos la gestión de los Parques Nacionales

Catedráticos, profesores titulares e investigadores de las dos universidades canarias han mostrado su rechazo a la cesión de la gestión de los Parques Nacionales del archipiélago a los cabildos insulares, habida cuenta de que los criterios unificados de gestión y conservación en cada uno "difícilmente podrá ser llevado a cabo, máxime si las cuatro islas que los poseen están gobernadas por partidos políticos diferentes", por lo que "no se ofrecen garantías reales de gestión adecuada, coordinación y conservación".

Catedráticos, profesores titulares e investigadores de las dos universidades canarias han mostrado su rechazo a la cesión de la gestión de los Parques Nacionales del archipiélago a los cabildos insulares, habida cuenta de que los criterios unificados de gestión y conservación en cada uno "difícilmente podrá ser llevado a cabo, máxime si las cuatro islas que los poseen están gobernadas por partidos políticos diferentes", por lo que "no se ofrecen garantías reales de gestión adecuada, coordinación y conservación".

Por contra, consideran que, tal y como aprobó el Parlamento de Canarias por unanimidad, debería existir una agencia dependiente del Gobierno autonómico que gestionara directamente a los Parques Nacionales y garantizada la homogeneidad de su gestión.

A través de una nota de prensa, los representantes universitarios han comenzado recordando que el pasado 22 de marzo se publicó en el Boletín Oficial de Canarias el decreto por el que se crea la Red Canaria de Parques Nacionales, cuya gestión es cedida a los cabildos que, al mismo tiempo, son responsables en la actualidad de la gestión de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.

Si bien admiten que algunas de esas áreas han sido activa y adecuadamente gestionadas (parques rurales de Anaga o Teno o la corona forestal de Tenerife), la mayor parte de las áreas protegidas "adolece de gestión y de control alguno, habiendo mostrado los cabildos una trayectoria de ineficacia y poco compromiso con la conservación de estos espacios que llega a ser, cuando menos, alarmante".

Desde su óptica, "con la aproximación de los centros de decisión a los parques, mucho nos tememos que en Canarias se pueda gestionar en un futuro la gestión de los Parques Nacionales". En este sentido, los representantes de las dos universidades canarias han puesto como ejemplo el caso de la construcción de un hotel rural en el Parque Natural de Majona (La Gomera), el cual fue demolido por una sentencia judicial a pesar de "los intentos infructuosos del Cabildo de La Gomera para su legalización". "Esta Corporación no sólo no actuó en defensa de la normativa del espacio protegido, que es exactamente su cometido, sino que actuó en defensa de los promotores del hotel rural ilegal", aclararon.

También ponen de ejemplo que "pese a que existe unanimidad científica en la necesidad de erradicar los grandes herbívoros introducidos (muflón y arruí), hasta la fecha sólo los gestores de los Parques Nacionales lo han intentado pero sin éxito debido a que la erradicación debe ser a escala insular y para esto nunca han encontrado respaldo en los cabildos, que han cedido sistemáticamente a la presión del lobby de los cazadores, permitiendo que estos herbívoros se alimenten a sus anchas con especies protegidas".

UN '

Brindis al sol'

Para los representantes universitarios, "el que sea la recién creada Comisión de Parques Nacionales de Canarias quien haya de velar por la unidad en los criterios de gestión de los Parques no deja de ser un brindis al sol, pues sabemos que está integrada por consejero y dos viceconsejeros, presidentes de los cabildos, alcaldes y tan sólo dos miembros de reconocido prestigio en materia de Medio Ambiente nombrados por el viceconsejero".

"Así pues, la Comisión de Parques Nacionales es fundamentalmente un comité político que ya está trabajando a espaldas de los parques, tomando decisiones de gestión de los mismos en ausencia de sus gestores, ya que sus directores-conservadores, es decir, los técnicos que diariamente trabajan en su gestión, no figuran en las mismas ni han sido convocados", advirtieron.

De igual forma, entienden oportuno destacar que los cabildos tendrán la potestad de nombrar a los directores-conservadores de los Parques Nacionales sin que el decreto especifique que estas personas tengan que acreditar una formación contrastada en conservación ni gestión. "Tampoco garantiza el decreto una composición adecuada de los patronatos, donde algunos sectores importantes como la Comunidad de Regantes en el caso del Garajonay, los propietarios de la Caldera de Taburiente o los colegios profesionales (como el de biólogos) no estén representados. Además, los presupuestos no son finalistas, con lo que los fondos que se reciban para gestionar los parques podrían acabar siendo utilizados en otros menesteres, más acordes con las necesidades del momento", concluyeron.

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