Las cajas negras del vuelo Río-París accidentado en 2009 empiezan a ser analizadas

  • Las cajas están ya en París, donde fueron presentadas a la prensa.
  • El proceso es lento y los investigadores no quieren precipitarse.
  • La explicación del accidente hasta ahora no es definitiva.
La presentación ante la prensa, en París, de las urnas que contienen las cajas negras del avión siniestrado en 2009.
La presentación ante la prensa, en París, de las urnas que contienen las cajas negras del avión siniestrado en 2009.
EFE
La presentación ante la prensa, en París, de las urnas que contienen las cajas negras del avión siniestrado en 2009.

Las cajas negras del avión que cubría la línea entre Río de Janeiro y París y que se estrelló hace casi dos años en aguas del Atlántico con 228 personas a bordo, llegaron este jueves a París para comenzar a ser analizadas y tratar de explicar uno de los más misteriosos accidentes de la historia de la aviación.

Las dos cajas fueron presentadas a la prensa entre una nube de cámaras, doce días después de su hallazgo entre los restos del avión, lo que abrió la esperanza de comprender los motivos del accidente. Todo este tiempo han estado conservadas en urnas con agua para preservar sus condiciones.

Los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), responsables de las pesquisas, comenzarán el análisis de las mismas pero hasta dentro de, al menos, tres días no se sabrá si sus datos son válidos tras casi dos años a 3.900 metros de profundidad.

Su aspecto exterior es bueno, lo que prueba que resistieron al duro impacto contra el océano, pero en el BEA reina la prudencia sobre si han aguantado también a las duras condiciones del agua marina, según confirmó el director del organismo, Jean-Paul Troadec.

Esos datos, comparados a los recogidos hasta ahora y a los que se obtengan del análisis del resto de las piezas remontadas, entre ellas los dos motores, pueden arrojar luz al misterio del accidente que el 1 de junio de 2009 costó la vida a los 228 ocupantes del Airbus A330 AF447 de la aerolínea Air France.

El proceso es lento y los investigadores no quieren precipitarse. El análisis de las cajas negras y del resto de los elementos llevará meses y el BEA no tiene previsto publicar un nuevo informe sobre el accidente hasta principios del año próximo, una fecha que incluso puede ser retrasada si así lo exige la investigación.

Un error en las sondas

Hasta ahora, la única explicación avanzada por el BEA sobre el accidente apunta a un error en las sondas de medición de velocidad debido al hielo, pero esa hipótesis no aclara por sí sola las circunstancias del drama. Troadec indicó, además, que no están buscando esas sondas entre los restos del avión.

El director del BEA señaló que tienen ya todos los elementos que precisan y que sólo en caso de que la información contenida en las cajas negras precise ser completada con otros instrumentos, volverán a buscar nuevos indicios.

Además de las cajas negras se han remontado los dos motores, otros calculadores de vuelo que contienen datos interesantes y en las próximas horas tratarán de hacer emerger la cabina, una tarea muy complicada por la maraña de cables que la rodean.

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