La UE debate hoy si establecer más controles en las fronteras, algo que España no apoya

Un barco con inmigrantes arriba a la isla italiana de Lampedusa
Un barco con inmigrantes arriba a la isla italiana de Lampedusa
EFE
Un barco con inmigrantes arriba a la isla italiana de Lampedusa

Los países de la UE debaten este jueves por primera vez, en el marco de un consejo de ministros de Interior, una propuesta de Bruselas que plantea la suspensión temporal del Tratado de Schengen, que elimina las fronteras interiores en Europa, para afrontar situaciones como las llegadas masivas de indocumentados.

La idea, defendida por Francia e Italia, consiste en reintroducir los controles fronterizos entre los estados miembros en "circunstancias excepcionales", a través de un mecanismo de suspensión que se utilizaría "como último recurso".

En el debate de la propuesta que tuvo lugar ayer en el pleno de la Eurocámara, los diputados de la mayor parte de los grupos políticos defendieron la Europa sin fronteras como uno de los hitos comunitarios y se mostraron contrarios a la reintroducción de los controles.

Presiones de Italia y Francia

Muchos europarlamentarios consideraron la idea como una cesión a las presiones de Francia e Italia, que pidieron hace unas semanas en una carta dirigida a la Comisión Europea que analizara la posibilidad de suspender en ciertos casos la libre circulación en la Unión Europea (UE).

La misiva fue enviada tras la agria disputa entre París y Roma por la concesión por parte del gobierno de Silvio Berlusconi de permisos de residencia temporal a muchos de los 25.000 indocumentados llegados a su territorio después de las revueltas en el norte de África, para facilitarles la posibilidad de viajar por Europa.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha negado públicamente que la institución que representa haya sucumbido ante "las presiones xenófobas y populistas" y ha asegurado que la propuesta "no pretende erosionar la libre circulación, sino fortalecerla". La reunión servirá para poner sobre la mesa la posición de los distintos estados miembros.

España se muestra contraria

En los últimos días algunos países se han pronunciado al respecto, como Alemania, cuyo ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, ha apoyado públicamente la idea de reformar Schengen, aunque sin que se cuestione la libre circulación en la UE.

España opina que la modificación del tratado "no es urgente ni tiene sentido", ya que Schengen prevé otras vías para resolver situaciones extremas, según el vicepresidente primero del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En todo caso, desde la concesión por parte de Roma de permisos de residencia temporal a inmigrantes de Túnez algunos países, como Bélgica y Holanda, han adoptado medidas para controlar en sus aeropuertos internacionales la llegada de inmigrantes.

Dinamarca ha ido incluso más lejos y anunció este miércoles el establecimiento de controles permanentes en sus fronteras con Alemania y Suecia para frenar la delincuencia, lo que, según su Gobierno, se realizará en el marco del Tratado de Schengen.

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