El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, ha asegurado que entre 20.000 y 30.000 personas no han podido volver a sus casas tras la sucesión de terremotos en el municipio, que tiene una población censada de más de 90.000 personas.

En declaraciones a los medios, Jódar ha confirmado la cifra de ocho fallecidos, de los que dos están ya en el tanatorio Blaimar. Los otros seis cadáveres estaban esta madrugada pendiente de ser identificados y trasladados al Instituto Anatómico Forense.

Todos las víctimas perdieron la vida al ser sorprendidos en la calle. Los fallecidos se reparten entre el barrio de la Viña, donde residía dos, el mismo número que en el barrio de San Cristóbal y que en San Pedro. Los dos restantes se desconoce de dónde son. Asimismo, el regidor ha dicho que no tenía constancia de que haya una embarazada entre los fallecidos, aunque sí confirmó que uno de los fallecidos es un niño.

Los servicios de emergencia han atendido a 50 personas de diversa consideración, habilitando cinco zonas en la ciudad para facilitar la asistencia a víctimas: en el parque San Diego, en el Huerto de la Rueda, en los patios de los institutos Ibáñez Martín y Ros Gines, en un solar junto al INEM de las Viñas y junto a la subestación eléctrica del barrio de las Viñas y San Antonio.

Jódar ha reconocido que se están detectando problemas logísticos derivados de la falta de abastecimiento de supermercados del municipio, ya que también están dañados y no se ha accedido a ellos por seguridad. Por este motivo, han sido abastecidos por hipermercados de fuera del municipio.

Se abrió un hospital de campaña en el Rafael Méndel, aunque fue desalojado. No obstante, la población seguía acudiendo aquí, al igual que a los centros de mayores de Lorca.

El tránsito ferroviario está interrumpido, según el alcalde, más por prevención que por daños, y la A7 está cortada en uno de los túneles de Lorca, por la aparición de una grieta. Además, Jódar ha lamentado que todo el patrimonio histórico de Lorca está dañado.