En sus conclusiones definitivas, la Fiscalía ha mantenido también la pena de multa por una falta de desobediencia para tres de los cinco compañeros que estaban con el procesado en la noche de los hechos y ha excluido de esta falta a dos de ellos, al considerar que no participaron en los sucedido y se quedaron al margen, tal y como relataron ayer varios testigos.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la defensa del policía nacional acusado de un delito de atentado contra la autoridad, ha mantenido la petición para cada uno de los dos agentes de la Policía Local que arrestaron a su cliente, de la pena de tres años de prisión por un delito de detención ilegal y un año y seis meses por otro de lesiones.

Durante el turno de última palabra, A.S.C. ha querido reiterar su inocencia, motivo por el que no ha querido "llegar a ningún acuerdo" desde 2006, cuando sucedieron los hechos.

Por su parte, uno de los agentes de Policía Local de Alicante ha asegurado que, tanto él como su compañero, se sienten "ofendidos" por tener que participar en este juicio, ya que los hechos sucedieron cuando ambos estaban de servicio, "yendo de uniforme", por lo que ha indicado que no les ha gustado "nada" estar en el juzgado por lo acontecido.

"Nos sentimos ofendidos estando sentados aquí, porque, yendo de uniforme —en el momento en el que sucedieron los hechos—, no nos ha gustado nada estar aquí", ha afirmado este agente municipal.

En su declaración durante la celebración del juicio, que ha tenido lugar en la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante, y que ha quedado visto para sentencia, A.S.C. aseguró que, tras cenar con sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía el 12 de febrero de 2006, fue con ellos a un pub ubicado en el casco antiguo de Alicante, y que a la hora del cierre del local, sobre las 4.20 horas, les hizo una foto con el teléfono móvil "para tener un recuerdo".

El acusado mantiene que en ese momento apareció un policía local que le dijo: "a ver, dame el móvil ese a ver la foto que estás haciendo", y le cogió el teléfono y le golpeó en el pecho. Tras esto, el acusado señaló que recuperó su móvil y el policía local "aumentó la provocación verbal", por lo que se identificó como agente del Cuerpo Nacional.

El procesado apuntó que, mientras esto ocurría, vio como otro agente municipal le pedía a uno de sus amigos que se identificara, y escuchó como le decía que se lo iba a llevar detenido, por lo que fue a "interesarse" por lo que sucedía con su compañero, momento en el que el primer municipal le cogió por el cuello y le tiró al suelo para detenerle, versión que corroboraron los otros policías nacionales que salieron del pub con él y que testificaron durante la vista.

Por su parte, los dos agentes de la Policía Local de Alicante aseguraron que se encontraban de servicio esa noche en el casco antiguo de la ciudad para vigilar el cierre de los locales nocturnos, cuando escucharon cómo A.S.C., apuntándoles con la cámara de un teléfono móvil, y situado junto a sus compañeros, dijo: "vamos a grabar a estos gilipollas".

Así mismo, los policías locales indicaron que, tras pedir la identificación a varias de las personas presentes, el procesado empujó por detrás a un uno de los municipales, por lo que procedieron a su arresto.