Tres de los cuatro hijos de Emiliana han prestado declaración en calidad de testigos en la segunda sesión del juicio con jurado popular contra su madre, acusada de matar a su marido tras una discusión en mayo de 2006 en Argés (Toledo), y han asegurado que su padre propinaba palizas "constantes y a diario bajo los efectos del alcohol" a su madre.

La primera de los tres hijos en declarar ha manifestado durante el interrogatorio que en una ocasión intentó defender a su madre en el transcurso de una discusión con el fallecido, y que tras interponerse entre los dos, el padre le llegó a amenazar con un cuchillo. "Estaba muy nervioso, él estaba totalmente borracho y yo me quedé paralizada", ha relatado.

Por su parte, la mayor de los hermanos ha indicado que su madre "ha tenido que dormir fuera de casa en más de una ocasión por miedo a que le pegara", y ha añadido que cuando los hermanos eran mayores "podían defenderla, pero cuanto más nos metíamos en medio más la tomaba con ella".

El último de los hijos en declarar ha explicado que durante las "habituales" peleas, el fallecido "perdía la cabeza, llegándole a pegar no sólo con las manos o a base de patadas, sino incluso con una silla".

Los tres hijos de la pareja han coincidido en que el padre "era una persona normal" cuando no bebía, pero que casi a diario se mantenían discusiones entre el matrimonio "por cualquier tontería". Además, en su relato han señalado que la pelea que originó el incidente tuvo lugar cuando solo la hija pequeña de ambos estaba presente en la casa, ya que el padre "aprovechaba" cuando se iban los hijos "para montarla".

"su alcoholismo no tiene fundamento"

Por otro lado, durante la vista también ha intervenido uno de los hermanos del fallecido, quien ha asegurado que éste "no tenía ningún problema con la bebida y ha asegurado que "lo de su alcoholismo es algo sin fundamento".

Además, ha asegurado que nunca supo "nada" acerca de que hubiera "problemas dentro del matrimonio" y ha añadido que la noticia del homicidio le causó "sorpresa".

También ha prestado declaración el médico de cabecera de la pareja, quien ha dicho que Emiliana "está bajo tratamiento por episodios ansio-depresivos desde el año 1994", y que aunque no tenía constancia de malos tratos, el fallecido "llegó a reconocer su problema de alcohol y a iniciar un tratamiento, en el año 2000, aunque obtuvo pocos resultados".

"en el pueblo se sabía"

El primer testigo en declarar, que fue el primero en prestar ayuda a la acusada tras el incidente, ha asegurado que "en el pueblo se oye que él le propinaba palizas diarias".

Este testigo, vecino de la pareja, ha asegurado "no conocer a Emiliana más allá del trato vecinal", aunque ha señalado que "por lo que se oye en el pueblo, extraña que esta mujer aguantara tanto tiempo sin mandar al marido a hacer puñetas".

El testigo ha indicado además, a preguntas de la defensa, que un año antes del suceso había escuchado una discusión en el domicilio de la acusada "en la que se oyeron ruidos de platos rotos", y ha añadido que incluso sintió miedo, "hasta el punto de tener que cerrar la puerta y subir el volumen de la televisión para no seguir escuchándolo", ha agregado.

Noche de los hechos

En la vista también han intervenido los novios de dos de las hijas del matrimonio, uno de los médicos que atendió al fallecido, uno de los dos Guardias Civiles que acudieron a realizar el reconocimiento visual y otro vecino, también Guardia Civil, que fue la segunda persona en acudir al lugar del incidente.

Todos ellos estuvieron presentes en el lugar de los hechos cuando ocurrió el incidente, y han coincidido en que Emiliana se mostraba muy nerviosa tras lo sucedido y en que no se pudo hacer nada por salvar la vida de su marido.