El candidato socialista al Gobierno de Navarra, Roberto Jiménez, ha afirmado este jueves que no ve "inconveniente" a que tras las próximas elecciones autonómicas del 22 de mayo se reedite la colaboración entre su partido y UPN para dar estabilidad al Ejecutivo, tal y como ha ocurrido en esta legislatura con los regionalistas en el poder.

"No habría ningún inconveniente, aunque eso son cuestiones que el día 22, con los resultados encima de la mesa, habría que verlo. A priori, no lo niego", ha respondido preguntado hoy por este asunto durante un desayuno informativo del Forum Europa en Madrid. Al acto han asistido el vicepresidente tercer del Gobierno, Manuel Chaves, y la ministra de Sanidad, Leyre Pajín, así como dirigentes del PSOE y del PSN, entre otros.

Jiménez ha recordado que los apoyos puntuales entre los socialistas y la derecha para sacar adelante leyes y proyectos se ha dado en diversas legislaturas, puesto que la mayoría absoluta es muy difícil de alcanzar en el Parlamento foral y la alternativa es apoyarse en lo que ahora constituye Nafarroa Bai.

Por eso, ha querido destacar que lo que se llama modelo vasco de Gobierno, el apoyo del PP al Ejecutivo del PSE, "es posterior al modelo navarro". "En todo caso, los vascos vinieron detrás. Con un Gobierno en minoría de la derecha, está sustentada la estabilidad por el Partido Socialista. Y luego en Euskadi hicieron lo mismo. Permitanme que ponga en valor lo que hacemos los navarros y que luego se apuntan los tantos otros", ha subrayado.

Contexto electoral favorable

Jiménez ha sido presentado por el ex ministro Carlos Solchaga, quien en su intervención, entre otras cosas, ha subrayado que el PSN afronta en estas elecciones una "oportunidad única" para ganar escaños, porque la derecha está "dividida" entre UPN y el PP y las candidaturas de la izquierda abertzale corren el riesgo de ser de nuevo ilegalizadas.

El candidato navarro ha reconocido que el panorama es "más favorable", pero ha explicado a continuación que los espectros electorales en Navarra están muy definidos y es difícil el trasvase de votos entre la derecha, la izquierda y el nacionalismo vasco. El PSN necesita, ha dicho, que el voto "progresista" se movilice el 22-M.

Con respecto a la nueva candidata de UPN, Yolanda Barcina, el aspirante socialista cree que conoce menos Navarra que su antecesor, Miguel Sanz, actual presidente del Gobierno, que tiene a su juicio "más sintonía" con la sociedad.

Preguntado por otro candidato, el que deberá sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero al frente del PSOE, Roberto Jiménez ha apostado por la celebración de primarias, una fórmula que le parece buena, aunque ha advertido de los riesgos del debate.

"Lo deseable sería que guardáramos las formas, que no llegara la sangre al río, la izquierda suele ser autodestructiva. Pero si hacemos las cosas bien ganamos las próximas elecciones porque enfrente ni hay candidato ni líder", ha agregado.

Necesidades económicas

El dirigente del PSN ha defendido la estabilidad que su partido le ha dado al Gobierno de UPN esta legislatura "por el bien de los ciudadanos". "Por encima de los intereses partidistas, que son totalmente legítimos, hemos sido responsables", ha dicho.

Un actitud que han mantenido a pesar de UPN, ha dicho, y de su "gestión ineficaz". "Se apunta el mérito del crecimiento económico que logran los navarros pero culpa a Zapatero del paro que castiga a al Comunidad foral", ha dicho, para recordar que la Comunidad foral ha pasado del pleno empleo a una tasa del 13,4 por ciento de paro.

De cara al futuro, ha explicado que el proyecto del PSN es gobernar para hacerlo "de forma más transparente, cercana y austera" y ha expuesto algunas de sus propuestas especialmente en el terreno económico: la creación de una agencia para la financiación empresarial y los emprendedores, desgravaciones en investigación y desarrollo, simplificar el proceso de creación de una empresa, un plan de acción del "turismo del conocimiento" o reanudar los pactos sociales con empresarios y sindicatos.

También se ha comprometido a "no escatimar un euro en educación" y lograr una formación plurilingüe en inglés y otros idiomas. "Nuestro objetivo no es sólo mejorar los resultados de nuestro actual sistema, que no son malos, sino que queremos hacer del sistema educativo el embrión del éxito y la prosperidad de la Navarra del futuro", ha dicho.

Sin bajar impuestos

Preguntado acerca de si en Navarra van a ser necesarios recortes de gasto público profundos como los aprobados en Cataluña, ha explicado que no, pero sí ha advertido de la necesidad de "ser más austeros" para dirigir mejor el dinero público.

Y acerca precisamente de la reclamación catalana de contar con un régimen autonómico similar al régimen foral que tienen Navarra y el País Vasco, el dirigente socialista ha respondido que "difícilmente" puede él negar a otros que alcancen una autonomía de ese tipo. En cualquier caso, ha querido subrayar que no es un régimen de privilegios sino solidario con el conjunto del país.

También en el terreno económico, Roberto Jiménez ha censurado que se planteen bajadas de impuestos en un contexto de dificultades y ha advertido de que sería "imposible" mantener así el nivel de servicios públicos. Tras recordar que la presión fiscal es algo menor en Navarra que en el resto del país, ha defendido que la subida del IVA aprobada por el Gobierno central ha permitido tener nuevos ingresos y evitar otros recortes. "Si bajamos los impuestos no podemos mantener el nivel de bienestar", ha insistido.

En otro orden de cosas, y preguntado por cómo van las cosas en Caja Navarra, Roberto Jiménez ha alabado el proceso de creación de Banca Cívica y ha dicho que "están haciendo las cosas muy bien", "sin cerrar el grifo" al crédito y tomando medidas "muy novedosas".