La que fuese gerente del Instituto Municipal de Formación Ocupacional y Trabajo (Imfof) entre 2007 y 2009, Catalina Payeras, confesó ante la Policía Nacional, tras ser detenida en el marco de la Operación Picnic, que bajo la presidencia de Cristina Cerdó -ex número 2 de UM en Palma- fueron adjudicados contratos menores y se fraccionaron otros de mayor cuantía en beneficio de empresas que "siempre eran las mismas" y que precisamente están siendo investigadas en el marco de otra causa de presunta corrupción, el caso Ibatur.

Tal y como puso de manifiesto en dependencias de la Jefatura Superior de Policía al estallar el caso Picnic, que investiga un presunto desvío de fondos desde el Ayuntamiento de Palma a la captación de nuevos afiliados de UM, se rubricaron convenios con empresas como Clave, La Moderna e Iru Gestió, empresa esta última que vinculó al ex concejal del PSM Pere Muñoz. "Estos contratos se repetían en las mismas empresas. Me extrañó que fueran siempre las mismas y que el objeto del contrato fuera variopinto", incidió.

Tal y como precisó al respecto, entre 2007 y 2009 se hicieron diversos contratos con distinto objeto cada vez, principalmente a través del área de promoción económica que gestionaba el director general Enric Molina, también imputado en este procedimiento. De hecho, hizo hincapié en que cuando Molina hablaba con Cerdó "lo hacía en un tono" que la detenida interpretaba como que "lo daban por hecho y Cristina estaba enterada".

Entre los contratos a los que se refirió, hizo alusión al fraccionamiento de uno de ellos relacionado con un estudio sobre la visión y valores del Imfof que llevó a cabo el Grupo Humana. "El fraccionamiento consistió en la realización de dos contratos menores por el mismo concepto, que era poner en marcha y revisar los principios del Imfof", explicó durante su declaración, incluida en el amplio sumario de la causa.

Por otro lado, señaló que el Imfof llegó a un acuerdo con el Servicio de Ocupación de Baleares (SOIB), dependiente de la Conselleria de Trabajo y Formación, por el que fueron contratadas por el organismo municipal 400 personas "con características muy específicas" que pasaron a trabajar en otras áreas del Ayuntamiento. Ello a través de unas negociaciones que, dijo, llevó a cabo Molina y que culminaron con el visto bueno de Cerdó, quien firmó el convenio.

"amaño" en 400 CONTRATACIONES

En esta misma línea, Payeras expresó su sospecha de que en el marco de estas contrataciones se produjo "amaño" ya que todo ocurrió "en muy poco tiempo" -en un mes y medio-. Así, especificó que durante ese periodo se hicieron tres grupos de contrataciones de personas que llegaron a ocupar puestos en departamentos como Juventud, Patrimonio, Mantenimiento, Emaya, Medio Ambiente y Deportes.

La ex gerente llegó a aseverar que Molina fue la persona que dictó las directrices de contratación y que incluso había personas concretas "impuestas por él". "Me pasaron un listado de personas, algunas de las cuales venían acompañadas por el nombre de Enric", agregó la imputada, quien se ofreció a entregar este listado si así se lo requieren los investigadores.

Durante su comparecencia, Payeras aseguró que se sentía "presionada" por el organigrama del Imfof, ya que cargos como Molina le daban "órdenes que no veía bien" e incluso mantuvo "encontronazos" con éste ya que le pasaba documentación a firmar sin que la entonces gerente "supiera de qué se trataba". Sin embargo, al trasladarle esta situación a Cerdó, la presidenta le indicaba que "obedeciera lo dispuesto por el director general".