Los turistas que visiten Zaragoza y dispongan de poco tiempo para conocer la ciudad podrán ver los monumentos más emblemáticos con los nuevos taxis "londinenses" que cobrarán 18 euros por una hora de servicio y cuyos conductores estarán adiestrados para dar un trato "amable" y útil.

En declaraciones a los medios de comunicación, la concejal delegada de Fomento y Turismo del Ayuntamiento, Elena Allué, ha dado cuenta de esta nueva iniciativa, que durará un mínimo de cinco meses y a la que se destinarán 180 vehículos.

Al ser los taxis de estilo londinense serán "más vistos y más demandados" por los posibles usuarios, que pagarán un máximo de 31 euros por dos horas de visita. Los taxistas seleccionados han recibido un curso de formación específica, ha señalado Allué.

"El taxista no se debe limitar a llevar de un sitio a otro de la ciudad —al turista—, sino que debe dar un trato amable y cercano para que cuando le haga una consulta más específica pueda dar una respuesta más certera", de tal manera que los taxistas serán "verdaderos puntos de información turística en la ciudad".

Elena Allué ha explicado que los nuevos taxis londinenses completarán la oferta turística de la capital aragonesa y está orientada a "un determinado turista que viene con mucha prisa, no tiene tiempo de visitar la ciudad andando o a través de otro medio de locomoción".

El taxi londinense acercará a los turistas "de una manera sencilla, fácil" y los usuarios dispondrán de audioguías en varios idiomas para que puedan conocer los principales monumentos.

Según los cálculos del ayuntamiento, los clientes serán personas de negocios que visiten Zaragoza para participar en congresos y reuniones de empresa. Allué prevé que la mayoría de los usuarios serán franceses o italianos.

Por otra parte, Elena Allué ha negado que los turistas puedan verse perjudicados por la decisión del alcalde, Juan Alberto Belloch, de impedir a las personas no empadronadas en Zaragoza utilizar los abonos de transporte.

Al respecto, la concejal de Turismo ha afirmado que cuando los turistas utilizan medios de transporte públicos suelen comprar el billete único "y por lo tanto no va a afectar ni al turista urbano ni al turista de negocios" la decisión de Belloch.