El presidente del PNV de Bizkaia, Andoni Ortuzar, cree que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "ha vuelto a fortalecer su posición favorable al proceso", y ha considerado que las palabras del lehendakari, Patxi López, en las que pedía al Tribunal Constitucional que garantizara los derechos de Bildu, son "sintomáticas".

En una entrevista concedida a la Cadena COPE, recogida por Europa Press, Ortuzar ha precisado que su partido "no había negociado ninguna presencia de ninguna organización en las elecciones", sino que lo que había hecho "era un diagnóstico común con el señor Zapatero" sobre que, si los jeltzales firmaban con ellos los presupuestos del año pasado, "se ganaba un tiempo para la estabilidad política y económica en el Estado español".

En este sentido, el PNV creía que "ese tiempo también había que aprovecharlo para la estabilidad política y la normalización en Euskadi". "Y habíamos hecho un diagnóstico en el que, si la izquierda abertzale iba dando los pasos que los demócratas le pedíamos e iba cumpliendo las leyes, incluso las que no nos gusta, como la Ley de Partidos, lo lógico era incorporarles a las vías democráticas".

"Ese diagnóstico común quedó roto cuando el Gobierno decidió impugnar las listas de Bildu porque, a nuestro juicio, el Gobierno tiene información más que suficiente para saber que Bildu es una coalición perfectamente legal, integrada por personas que han firmado, colectiva e individualmente, un rechazo a la violencia", ha destacado.

El presidente del BBB ha señalado que los informes policiales "están plagados de meras suposiciones y datos subjetivos". "Bildu ha hecho un esfuerzo enorme, ingente, por incorporar a sus candidaturas a gente sin problemas en el pasado, sin una vinculación con Batasuna, y han buscado gente muy joven, que prácticamente va a ser la primera legislatura en la que puedan votar", ha añadido.

En este sentido, ha apuntado que "el Gobierno es consciente y sabe todo eso también, y nos consta que lo saben". "Por tanto, para nosotros fue frustrante y nos enfadó ver cómo el Gobierno, por esa pugna que tiene con el PP en todo el Estado español, se plegó a esas pretensiones de los populares", ha manifestado.

A su juicio, el Ejecutivo ha pensado que, si no recurría, iba a ser "un varapalo electoral" para ellos. Tras señalar que no hay que dar credibilidad a ETA porque "está muy débil y tiene que insuflar moral a sus huestes, cada vez más menguadas, y escriben cualquier cosa", ha apuntado que pensar que EA y Alternatiba "son marionetas dentro de una estrategia de ETA es un profundo error".

Andoni Ortuzar ha apuntado que es cierto que han integrado en las listas a personas de sensibilidad de la izquierda abertzale y ha precisado que "tienen intactos sus derechos como electores y a ser elegidos también".

Según ha puntualizado, al PNV no le hubiera gustado que el Tribunal Supremo "hubiera entrado a evaluar lista por lista y nombre por nombre, pero habría sido más justo que lo que ha hecho, porque se ha cargado de un plumazo la posibilidad de que dos partidos legales y demócratas con una dilatada trayectoria no pueda estar en elecciones y que personas sin pasado político" y sin "ninguna mácula" puedan ser elegidos, "que es un derecho fundamental".

Ortuzar ha señalado que, si el PNV se atiene a las conversaciones que el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, ha tenido con el presidente del Gobierno, Zapatero "se fía y ve con toda la lógica, prudencia, y también con un poquito de distancia, que los pasos que está dando la izquierda abertzale son sinceros, más lentos que los que a nosotros nos gustaría".

"Pero cree que hay recorrido, que hay agua en la piscina, y que merece la pena echar para adelante, apostar y ser un poco audaces. Otra cosa es que, luego, en el día a día, la política se le ha complicado mucho, tiene una situación económica compleja, una situación política con un PP ajerciendo una oposición muy fuerte, también una posición editorial de unos cuantos medios de comunicación que le está plantando cara", ha apuntado.

De esta forma, ha apuntado que "eso ha hecho que haya ganado dentro de su entorno la opción de 'vamos a poner una vela a Dios y otra al diablo', y con el PNV hacemos un discurso y con el PP otro".

El representante jeltzale ha manifestado que "las manifestaciones de López ayer son bastante sintomáticas". "El PSE-EE aquí ha hecho un papelón, porque ha estado diciendo una cosa por la tarde y otra por la mañana, pero ahora se ha dado cuenta de que hay tal clamor en la opinión pública vasca, en la calle, en la gente, en los propios dirigentes del Partido Socialista, que ni ellos mismos entienden esa posición y entienden las consecuencias negativas que esto puede traer si se confirma", ha subrayado. Por ello, ha considerado que Zapatero "ha vuelto a fortalecer su posición favorable al proceso".

Sin vínculos

Asimismo, ha apuntado que el PNV no vincula la reanudación de sus relaciones con los socialistas a lo que determine el Tribunal Constitucional, sino que "han sido otros los que han dicho" que esperen a lo que diga el TC. "No hemos sido nosotros. Me parece que son otros los que esperan del Tribunal Constitucional algo", ha destacado.

En referencia a las declaraciones del vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre que "va a seguir hablando con el PNV", ha apuntado que "el diálogo con el PNV está muy bien, y el PNV está abierto al diálogo, pero tiene que estar soportado en hechos, y en hechos del Gobierno". "Nosotros al Tribunal Constitucional no le queremos hacer ni media presión", ha precisado.

En este contexto, ha señalado que siguen "enfadados" con el Gobierno, pero le dan "un margen de confianza", pero siguen con las relaciones suspendidas.

"El Gobierno tiene que elegir, en política de

normalización y pacificación en Euskadi, o hacerla de la mano de la mayoría del país Vasco, que incluso a buena parte del PSE-EE, o tiene que hacerla con la tesis del PP. Y tiene que hacer esa elección. No puede estar entre Pinto y Valdemoro", ha apuntado. Asimismo, ha señalado que "ojalá" el PP se sumara a esta política y dejara de realizar "una política obstruccionista".