El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, ha defendido este martes su actuación en la gestión del conflicto de la empresa malagueña A Novo Comlink y ha señalado que volvería a reunirse con ésta o con otra que atravesase problemas si con ello pudiera resolver un problema laboral o "salvar" a una compañía.

El vicepresidente se manifestó así después de que el PP le hubiera acusado de mediar en el ERE "fraudulento" de esta empresa, que contó con 35 millones de euros en subvenciones públicas y en el que posteriormente se detectaron un intruso y numerosas irregularidades.

"Es una desvergüenza y un insulto a la inteligencia que me vincule a una irregularidad por sólo haberme reunido con el comité de empresa de A Novo. En esta reunión estuvieron secretarios de CCOO y UGT y se llegó al compromiso de buscar una mesa de negociación para un plan de viabilidad, apoyado por el PP de Málaga", ha recordado Chaves.

En este sentido, ha defendido su participación en el encuentro: "Lo hice así y lo volvería a hacer, cuantas veces fuera necesario. Me he reunido con muchas empresas, Delphi, Boliden o Santana, y con muchos empresarios siempre que fuera necesario para resolver un problema o salvar una empresa", ha incidido.

En otro momento de la sesión de control al Gobierno, el ministro ha afeado al PP, concretamente a Rafael Salas, por hacerle prácticamente la misma respuesta que en el anterior pleno, ya que si esta semana le ha preguntado por si "considera que con su gestión el Gobierno transmite confianza", en la correspondiente a la semana pasada le preguntó por su dicha gestión genera "credibilidad".

"Me sigue pareciendo un ejercicio de cinismo e hipocresía que se preocupe por la confianza del Gobierno de España cuando han hecho lo posible durante este tiempo, ante la crisis, para minar la credibilidad y la confianza de España en Europa y en los mercados internacionales", les ha reprochado Chaves, que ha vuelto a pedir al PP que si sospecha de irregularidades en su actuación, acuda a los tribunales.

"Son perfectamente conscientes de que las irregularidades son mentiras y que las mentiras no superan el filtro de la justicia y se les acabaría el cuento, como ocurrió con Matsa ante el Supremo", ha proseguido el ministro antes de pedir desde el hemiciclo "más respeto" para su familia, en lo que se refiere a la ofensiva 'popular' por las supuestas actividades laborales de los hijos de Chaves.

Por último, el ministro ha acusado al PP de mentir en la anterior sesión de control en la Cámara alta por asegurar que el presidente de CajaGranada había acreditado que había tenido relaciones laborales con Iván Chaves y que ahora el directivo de la entidad haya señalado que la misma no ha establecido relaciones comerciales "ni ha pagado nada" al hijo del ministro.

No asume que le ha pillado el toro

Como viene siendo habitual, los senadores del PP reclamaron la dimisión de Chaves. Salas ha amparado su petición refiriéndose al artículo 117 del Estatuto de Autonomía, referente a las labores de dirección y coordinación del Consejo de Gobierno que corresponden el presidente del Gobierno andaluz y ha dicho que "cada segundo que pasa sin dimitir convierte a Zapatero en cómplice de ese escándalo".

También su compañero de bancada, Sebastián Pérez ha insistido en la idea de dimisión como "único camino que la sociedad le reclama". Así, el senador ha tirado de símil taurino para acusarle de "empeñarse en hacer de Don Tancredo sin asumir que ya le ha pillado el toro y que se encuentra en la enfermería política".

En su intervención Pérez le dijo a Chaves que "ni una persona se cree que los éxitos de su familia son fruto del azar y de la fortuna", que durante su etapa de presidente regional los socialistas "tejieron una tela de araña para que se instalara el pensamiento único en Andalucía" y que es "el paladín defensor de la familia sostenible", pero "sólo de la suya".