El número de párrocos de la Diócesis de Málaga, que comprende las provincias de Málaga y Melilla, es "insuficiente" para atender la demanda real de los católicos pertenecientes a estos territorios, carencia que está siendo cubierta por sacerdotes de otros países, principalmente, ucranianos, rumanos y de habla inglesa.

Esta situación también viene dada por la necesidad de atender la multinacionalidad existente en la provincia, aunque, no obstante, desde la Diócesis han precisado, en declaraciones a Europa Press, que entre un 85 y 90 por ciento de su sacerdotado es autóctono de Málaga.

En concreto, cuenta con entorno a 600 párrocos, cuyo perfil corresponde al de una población relativamente mayor. Así, la media supera los 65 años, y aunque las nuevas incorporaciones son "significativas" en la medida en que son jóvenes y, por tanto, tienen más capacidad de trabajo y de desarrollo, no son "suficientemente potentes" en número como para dar relevo a los que van falleciendo.

Según han precisado, la media de incorporaciones de sacerdotes autóctonos durante la última década ha sido de tres al año, por lo que la tendencia es "estable pero insuficiente" para cubrir todas las necesidades de la Diócesis de Málaga.

Esto ha llevado a una multiplicidad de tareas de estos sacerdotes, quienes atienden tres o cuatros parroquias, "y lo normal no sería eso", han matizado. No obstante, el criterio de distribución depende de la población de los municipios y de la situación personal de cada religioso, por lo que esto puede variar en función de cada territorio.

De esta forma, han explicado que, por lo general, esta situación viene dada por las características de la propia Diócesis. Así, en el caso de la de Málaga existe un reducido número de sacerdotes para una población numerosa, formada por alrededor de 1,5 millones de personas, en su mayoría católicas, como también ocurre en Barcelona.

A nivel andaluz, estas características se repiten en la Diócesis de Cádiz, aunque, por el contrario, otras como las de Sevilla y Córdoba no cuentan con este mismo problema.

Por último, han indicado que el origen de esta carencia se remonta a la Guerra Civil Española, cuando se produce "un corte" que da lugar a "una demanda que no se cubre". Asimismo, en los años 60 también tuvo lugar "una crisis muy potente" con relación al número de sacerdotes.