Guardia Civil pide a medios de comunicación que desvelen si varios agentes 'encartados' han filtrado documentos internos

En la misiva remitida se detalla el nombre y apellidos de tres agentes, pero la Benemérita admite que los periodistas "salvaguarden" a sus fuentes

La Guardia Civil ha remitido recientemente una misiva a varios medios de comunicación canarios en los que pide colaboración "voluntaria" para saber si tres agentes encartados, de los que da sus nombres y apellidos, han sido quienes han proporcionado "el contenido de algunas informaciones, fotografías de dependencias oficiales o documentos internos, incluyendo la captura de pantallas".

Se busca aclarar informaciones relacionadas con el denominado 'caso Seprona' y por el cual se ha denunciado por parte de un agente la actuación de algunos mandos del Cuerpo en La Palma. Al parecer podría haber habido un trato de favor a empresarios relacionados con delitos urbanísticos.

Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, la colaboración es "voluntaria" y su propósito es "el esclarecimiento de un ilícito cuya perpetración se atribuye a los agentes". "Cualquiera que sea el sentido de su decisión, las actuaciones que integran este procedimiento constituyen materia reservada, de tal manera que su difusión, divulgación, publicación o cesión a terceros supondría una quiebra del régimen de la Ley de Secretos Oficiales", añade.

La Benemérita además pide que se aclare la técnica que utilizan los entrevistadores, si toman notas escritas o si se valen de medios de grabación. Precisan conocer de igual forma los filtros o controles que sujetan un artículo periodístico antes de su publicación definitiva.

Según fuentes oficiales de la Guardia Civil, esta actuación es habitual ya que no es la primera vez que en el seno de un procedimiento disciplinario se pide este tipo de colaboración. Admiten que los periodistas intenten "salvaguardar" a sus fuentes, pero que la administración entiende que su obligación es investigar si ha habido ilícito.

Visión distinta ofrece la abogada, M. J. Castro, que recuerda que el escrito "supone evidentemente una quiebra del Derecho a la intimidad y a la propia imagen de los guardias civiles que se citan en el documento". Añade que la divulgación de los nombres podría atentar al honor de los mismos, ya que constituye "difamación".

En esta línea, ahonda que en el escrito no se pregunta por la persona o personas que hubieran podido mantener contactos con los medios, "sino que directamente les refieren los nombres de los que ellos directamente acusan sin evidencias a fin de que los medios ratifiquen sus sospechas obviando los principios inspiradores regulados en el Art. 38 de la Ley de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil".

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