Saluda con gesto serio, y buscamos un bar para charlar. A pesar de resultar algo distante, Paco está más que acostumbrado a conceder entrevistas: su grupo de electropunk, Humbert Humbert, ha alcanzado una presencia mediática que él nunca había tenido como dibujante, pese a que trabaja en la revista El Jueves y que lo ha hecho, además, en distintas publicaciones, como El Víbora, Rolling Stone o Mondosonoro.
El buen esperpento

Sus cómics no dejan indiferente a casi nadie. Por sus páginas desfilan personajes obsesivos, egoístas y, a menudo, depravados, productos de una sociedad enferma y alienante. Pese a ser esperpénticos, guardan un indudable poso de verosimilitud. Es el caso de Silvio José, El Buen Parásito, un neurótico agorafóbico y algo freak, de treinta y tantos años y que vive con su padre. Paco lo ha convertido en su personaje más popular. «Silvio está inspirado en mí mismo y en la gente que me rodea. Es un reflejo, algo exagerado, de lo que muchos somos en el fondo», afirma el dibujante.

Este joven barcelonés,  afincado ahora en Madrid, ha conseguido lo que en mayor o menor medida todos los dibujantes anhelan: hacer lo que más le gusta y vivir de ello. A pesar de que todo parece salirle bien últimamente, asegura que mantiene los pies en la tierra y se refiere a su situación como «una lotería muy caprichosa» de la que disfruta pensando que cualquier día puede acabarse.