El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, ha defendido que las empresas que obtienen beneficios asuman el coste de sus planes de prejubilaciones y no empleen recursos de las arcas públicas, en línea con la iniciativa que prepara el Gobierno.

"Me parece que estas medidas están muy bien", dijo en este sentido el consejero delegado del Santander durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad, que arrojaron un beneficio de 2.108 millones de euros, un 5% menos.

Sáenz explicó que el Santander ha acometido planes de prejubilaciones en numerosas ocasiones y que éstas "nunca han ido contra el Tesoro Público ni la Seguridad Social", por lo que el banco las denomina "salarios en casa".

El Gobierno ha anunciado que las grandes empresas de más de 500 trabajadores y que, pese a haber tenido beneficios en los dos últimos años realicen expedientes de regulación de empleo (ERE) que afecten a trabajadores mayores de 50 años, deberán efectuar una "aportación económica" al Tesoro Público para compensar el impacto que ello supone en el sistema de protección por desempleo.