Bodas reales y polémicas

  • Este viernes se casará el príncipe Guillermo de Inglaterra.
  • Su familia cuenta con un historial de enlaces de gran pompa y otros tantos muy controvertidos.
Enlace de Eduardo con Wallis Simpson.
Enlace de Eduardo con Wallis Simpson.
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Enlace de Eduardo con Wallis Simpson.

Todo está listo para la boda del año del príncipe Guillermo de Inglaterra con Kate Middleton este viernes. Los enlaces de la familia real británica nunca pasan desapercibidos, pero del lado del escándalo, ninguno fue tan desaprobado como el de Eduardo VIII (tío de la actual reina, Isabel II) con la norteamericana dos veces divorciada Wallis Simpson.

Todo en ellos era polémico: él era un mujeriego y un "eterno adolescente" que provocó la ira de su padre, Jorge V. A ella también le atribuyeron varios amantes, era una mujer dominante (incluso el Gobierno británico temía la influencia que tenía sobre Eduardo) y se rumoreaba que no podía tener hijos por un aborto mal practicado, fruto de su relación con el conde Galeazzo Ciano, futuro yerno de Mussolini.

Nunca dejó de hablarse de la simpatía de Eduardo y Wallis por el nazismo. Obligado a elegir entre su corona y su pareja, Eduardo abdicó a los 325 días de su mandato, dejando el puesto a su hermano Alberto (Jorge VI). Se casaron el 3 de junio de 1937 ante unos amigos en el castillo Candé (Francia), prestado por Charles Bedaux, simpatizante del Tercer Reich. Hitler recibió a Eduardo y Wallis ese mismo año.

A la antigua usanza

La princesa Isabel conoció al príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca en la boda de una prima cuando tenía 13 años y él 18. Sin el permiso de su padre, el rey, se comprometió en secreto y se salió con la suya: con 20 años se casó el 9 de julio de 1947 en la abadía de Westminster. Su enlace devolvió a un Reino Unido de posguerra el esplendor de los viejos tiempos: carroza real, séquito, vestido de novia de satén diseñado por Norman Hartnell y decorado con unas 10.000 perlas y una tarta nupcial de 200 kilos.

Del fasto al fracaso

Pero la boda del siglo fue la de su hijo Carlos y Lady Diana el 29 de julio de 1981 en la catedral de San Pablo. Dos millones de personas asistieron al paso de su carruaje. Su vestido de seda, encaje y 10.000 perlas, creado por los galeses David y Elisabeth Emanuel, tenía una cola de casi 8 metros.

Cinco años después, el 23 de julio de 1986, la boda del príncipe Andrés, hermano de Carlos, con su amiga de la infancia Sarah Ferguson quiso rivalizar en glamour. Eligieron la abadía de Westminster, como la reina Isabel, pero su vestido, de Lindka Cierach, no pudo superar en longitud al de Lady Di (5 metros de cola). En algo sí fueron iguales: pese al esplendor de sus esponsales, sus matrimonios estuvieron condenados al fracaso y los escándalos.

En el extremo contrario, la boda de Carlos con su amante, la poco querida Camilla Parker Bowles, que trajo a la memoria el romance de Eduardo y Wallis Simpson. La ceremonia civil tuvo lugar en el Ayuntamiento de Windsor el 9 de abril de 2005. La reina y el duque de Edimburgo solamente asistieron a una bendición posterior en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. Con la sencillez de su enlace, todavía se afanan en demostrar al mundo que lo suyo es amor verdadero.

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