Ingresa en prisión el principal condenado por el crimen de Rute

La Audiencia Provincial de Córdoba ha celebrado este miércoles una vista en la que se ha acordado el ingreso en prisión de Manuel García Rama, el principal condenado por el crimen de Rute después de que matara en Rute (Córdoba) a su exnovia, que quedó parapléjica por los disparos de escopeta que le efectuó y cuyas secuelas le causaron su defunción tres años más tarde.
Los dos acusados por el asesinato de Rute
Los dos acusados por el asesinato de Rute
EUROPA PRESS
Los dos acusados por el asesinato de Rute

La Audiencia Provincial de Córdoba ha celebrado este miércoles una vista en la que se ha acordado el ingreso en prisión de Manuel García Rama, el principal condenado por el crimen de Rute después de que matara en Rute (Córdoba) a su exnovia, que quedó parapléjica por los disparos de escopeta que le efectuó y cuyas secuelas le causaron su defunción tres años más tarde.

Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, esta vista se ha celebrado debido a que aún no es firme la sentencia que condena a Manuel García Rama a 18 años de cárcel y a otros 15 años a su amigo Manuel Roldán Caballero tras considerarlo "partícipe" en un delito de asesinato.

De este modo, el exnovio de la joven fallecida ha ingresado en prisión este mismo miércoles, mientras que para el otro condenado se ha concedido la libertad provisional.

Según la sentencia, Manuel García Rama inició una relación en junio de 2005 con la joven que se encontraba en situación de desamparo provisional, habiendo asumido su tutela la Junta de Andalucía, acordándose que la misma se ejerciera en forma de acogimiento residencial en un centro de protección de menores en Rute, en el que la chica residía en régimen semiabierto y bajo el cuidado de monitores y personal adscrito a la Junta.

A los pocos meses de que iniciaran la relación sentimental, comenzó a deteriorarse con muchas discusiones entre ambos, provocadas casi siempre por el procesado, "por su personalidad violenta y celosa". Por ello, la joven rompió varias veces la relación, aunque ante su insistencia de continuar reinició en distintas ocasiones nuevamente la relación con el acusado, ya que le decía que si no volvía con él se mataba o la mataba a ella.

Finalmente, el 11 de septiembre de 2006, la menor, que entonces tenía 16 años, dio por finalizado el noviazgo, mientras que el encartado "no asumió" esa ruptura. Ese día, él estuvo con su amigo, el otro acusado, quien sabía que ambos habían dejado la relación. Posteriormente, el 12 de septiembre, los dos procesados estuvieron juntos trabajando como albañiles en una obra de la localidad y Manuel García le comentó a su amigo que quería que su ex novia le devolviera el teléfono móvil que le había regalado para su cumpleaños.

Sobre las 22,00 horas de ese día el ex novio fue al domicilio del amigo, quien sabía que quería la escopeta que tenía en su casa y varios cartuchos de bala y perdigones "para causar a la joven algún mal".

Posteriormente, ambos fueron al centro de menores, y conocedor de que la hora de paseo de la chica concluía a las 23,30 horas, esperaron junto al centro de menores a que llegara junto. Sobre esa hora, la víctima salió del domicilio de un vecino que era amigo suyo, en el que se encontraban otros jóvenes internos del centro y ella se dirigió a él, le devolvió el teléfono móvil y le dijo que le dejara tranquila. En ese momento, el procesado le dijo: "o eres para mi o no eres para nadie. Corre puta que te mato".

Acto seguido, "en un rápido movimiento sacó de la parte trasera del coche la escopeta y la víctima y una amiga suya comenzaron a correr en dirección al centro, gritando la primera: no... no... no".

"con ánimo de matar"

Mientras tanto, el ex novio, con la escopeta en las manos, se desplazó al centro de la calle y "con ánimo de matar, sin cambiar de posición", efectuó sobre ella tres disparos de bala a una distancia de entre diez y 15 metros.

Ello provocó a la menor heridas en un riñón y también un grave daño medular, del que fue posteriormente intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones, con la pretensión de evitar futuras afecciones neurológicas pero, finalmente, quedó parapléjica.

La joven permaneció ingresada cinco semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, después fue ingresada en un centro residencial especializado, pero cuando cumplió la mayoría de edad solicitó el alta voluntaria para irse a vivir con su madre. Finalmente, con 19 años, falleció el 30 de agosto de 2009, debido a las lesiones y secuelas ocasionadas por el suceso.

Por tales hechos, los acusados han sido condenados también a indemnizar cada uno con 200.000 euros a la madre de ella y con 100.000 euros al padre.

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