Esta mañana la televisión estaba apagada en la mayoría de los bares donde hace justo dos semanas se siguió en directo el pleno extraordinario sobre los desprendimientos del Carmel en el que Maragall lanzó la insinuación del cobro de comisiones que ha desembocado en la moción de censura presentada por el PP.

Pocos son los vecinos del barrio que dudan de la velada acusación de Maragall, pero todos coinciden en lamentar que el debate por el cobro de comisiones haya relegado a un segundo plano la angustia del millar de desalojados que siguen durmiendo en hoteles y su incertidumbre por no saber cuándo podrán regresar a casa.

"Nos da lo mismo (el debate), porque nosotros no participamos, y tampoco nos dan ninguna explicación". Pepita Trenado, doblemente afectada por el desalojo de su piso y de la tienda de ropa que regentaba, no oculta su indignación por el debate de hoy: "Eso es otra demagogia más que no sirve para nada más que para desviar el tema. Es vergonzoso: estamos desilusionados y nos sentimos tan desprotegidos como hace 50 años".

Pese a que consideran veraces las acusaciones por el cobro de comisiones -"porque corrupción hay en todas partes, hasta en mi escalera", comenta Ana-, la mayoría de los vecinos no tienen reparos en confesar que no han seguido el debate de la moción de censura porque no les interesa lo más mínimo.

"Siento que el debate no me incumbe. A los políticos, lo que menos les importa son nuestros problemas, sólo les interesa su política y su historia y, mientras tanto, ya ves cómo está la calle y cómo está el barrio", comenta una mujer desalojada del número 60 de la calle Sigüenza.

Lo mismo opinan los no afectados por los desprendimientos. Juan Luna, satisfecho de haberse salvado "por los pelos" de los desalojos, cree que la moción de censura que hoy se debate es "una vergüenza". "En vez de preocuparse por los problemas del barrio, se están tirando los trastos unos a otros", añade. "Puro politiqueo".