El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) ha instado a potenciar el transporte público, así como a mejorar la gestión de la movilidad y las infraestructuras, para equipararlo en tiempos de viaje, confort y regularidad con el vehículo privado y paliar así la congestión vial que soportan a diario 48.000 usuarios —un 5,6 por ciento del total— en los accesos a Valencia, un 24 por ciento en transporte público.

Así lo recoge un estudio que ha sido presentado este miércoles por el responsable de Movilidad de la Fundación RACC, Xavier Abadia, en el que se evalúa la congestión como el tiempo de demora resultante de la diferencia entre la duración real del recorrido y la que se produciría en una situación de circulación libre.

A diario, en Valencia se pierden 15.507 horas —3,8 millones al año—, con un coste total de 178.000 euros —44 millones anuales— y una media de 4,6 minutos perdidos por usuario que asciende a 9,8 minutos en hora punta.

El coste medio anual por usuario debido a la congestión es de 177 euros y de 380 euros, en la franja de 7 a 8 horas.

En concreto, la vía más congestionada es ronda norte (CV-30), que alcanza pérdidas de 33,5 minutos al día en hora punta a causa de la semaforización, seguida de la CV-35 en sus dos kilómetros iniciales y de la conexión entre la A-3 y la A-7.

La velocidad media se sitúa en 107 kilómetros por hora, mientras que la congestión se limita a un 2,4 por ciento de la red viaria, sobre todo de 7.45 a 8.15 horas y ligeramente hacia las 18 horas. En concreto, el 47 por ciento de la congestión se concentra en cinco horas, de 7 a 9 horas y de 17 a 20 horas.

"poca congestión" respecto a madrid y barcelona

Según estos datos, Valencia presenta "poca congestión" en relación con Barcelona y Madrid, en las que el tiempo perdido por usuario al día en hora punta asciende a 18 y 35 minutos, respectivamente.

Abadia ha matizado que si bien el nivel de congestión de Valencia es notablemente inferior al de ambas ciudades, las mediciones en Barcelona y Madrid se realizaron en 2009 y desde entonces, la movilidad ha caído "entre un 5 y un 10 por ciento" por la crisis.

Tras realizar una encuesta a 2.167 usuarios de vehículo privado y 567 de transporte público, el RACC ha comprobado que los usuarios consideran que para optar por este último, el tiempo de desplazamiento en transporte público debería ser inferior al actual e incluso al del vehículo privado.

En todos los itinerarios analizados, el tiempo utilizado en transporte público es superior al privado y se ve más penalizado donde debe realizarse un cambio modal, tres veces en Manises-Polígono industrial Mediterrani y 2,7 en el eje Paterna-Puerto.

Además, cerca del 50 por ciento de los usuarios del transporte público considera la comodidad y el 33 por ciento la falta de aparcamiento como las razones más importantes para su uso cotidiano, mientras que la mala combinación es la causa principal que aducen para no utilizar ese transporte —un 30 por ciento de respuestas—, seguida de la incomodidad y el tiempo —21 por ciento—.

Más aparcamientos de intercambio modal

Frente a esto, el RACC urge a emprender políticas proactivas para potenciar el transporte público y anticiparse a mayores problemas de congestión y, en concreto, propone la creación de carriles BUS-VAO en los principales ejes de entrada a Valencia, el refuerzo de las líneas transversales de bus y acceso a polígonos y el incremento de aparcamientos de intercambio modal.

También insta a mejorar la gestión de la movilidad, mediante el incremento de la ocupación media del vehículo privado, la utilización de tecnologías inteligentes y la gestión de la demanda en destino, apartado en el que aconseja un sistema de regulación integral del aparcamiento urbano.

El RACC también considera conveniente, a corto plazo, acometer la segregación completa de la ronda norte (CV-30) mediante la supresión de las intersecciones semaforizadas y la introducción de sistemas que reduzcan la congestión, así como solucionar los puntos de congestión recurrente que se generan en los nodos viales.

Abadia ha explicado que la semaforización existente en la ronda norte agrava los problemas de congestión y aconseja separar en carriles diferentes el tráfico urbano del tráfico de paso.