Nueve de cada diez autónomos de Castilla y León no prevé contratar nuevos trabajadores en el año 2011, según consta en el barómetro de ATA sobre la situación de los autónomos de la comunidad autónoma castellanoleonesa correspondiente al primer trimestre del presente año.

En concreto y según ha precisado la presidenta regional de ATA, Soraya Mayo, un 89,3 por ciento de los autónomos encuestados no prevé contratar nuevos trabajadores este año, en la mitad de los casos (50,1 por ciento) señalan a la caída de la actividad mientras que un 22,4 por ciento apelan a imposibilidades económicas. El 15,9 por ciento reconoce que ha tenido que llevar o está llevando a cabo reducciones en la plantilla y otro 10,4 por ciento de los encuestados señala que la propia actividad no precisa ningún trabajador.

Por su parte, un 8,3 por ciento de los autónomos castellanoleoneses declara que piensa contratar algún trabajador en el presente año y un 2,3 por ciento no facilita su opinión.

Según este estudio realizado a un total de 781 trabajadores autónomos de Castilla y León, el 72,3 por ciento de los autónomos reconoce que la crisis les ha afectado "de pleno", por debajo de la media nacional (73,8 por ciento), mientras que un 17,7 por ciento responde que su negocio no se ha visto afectado y el 10 por ciento declara que su negocio incluso ha mejorado ligeramente en lo que va de año.

Tras admitir que se trata de respuestas "ligeramente más halagüeñas que las nacionales", Soraya Mayo ha advertido de que la situación de los autónomos de Castilla y León "lejos de mejorar sigue recrudeciéndose". Así, la caída en las ventas y la pérdida de actividad (62,9 por ciento) ha repercutido sobre seis de cada diez empresarios autónomos, la causa principal del deterioro de su negocio. Le siguen el escenario de la morosidad tanto pública como privada (19,5 por ciento) como motivo de disminución del negocio para prácticamente uno de cada cinco autónomos y la falta de acceso al crédito en las entidades financieras (11,7 por ciento). Otros factores aportan el 5,9 por ciento.

Según ha explicado Mayo, del "escaso" 10 por ciento de autónomos que declara que su negocio ha mejorado, dos de cada tres precisa que lo ha hecho "muy levemente" y únicamente el 13,3 por ciento manifiesta que la mejora en su negocio ha superado el porcentaje del 21 por ciento.

Exentos de convenios

Por otro lado, tres de cada cuatro autónomos se decantan por ligar el incremento salarial con el capítulo de la productividad, la gestión eficiente y los resultados del propio negocio, el mismo porcentaje de autónomos que creen los trabajadores por cuenta propia con tres o menos empleados deben quedar exentos de la aplicación de los convenios colectivos.

Preguntados por las expectativas de la crisis, la mitad de los encuestados cree que la economía irá a peor, el 37,1 por ciento opina que mantendrá la misma tónica, un 7,3 por ciento se muestra optimista y cree que la situación mejorará y un 5,3 por ciento no contesta. Mayo ha concluido al respecto que casi nueve de cada diez empresarios autónomos de Castilla y León define 2011 de "luto económico".

"Más que saliendo estamos sobreviviendo que no es poco", ha considerado Soraya Mayo, que ha advertido de que se mantiene el mismo escenario que hace tres años con el agravamiento de cuestiones como el acceso al crédito, la morosidad y la economía sumergida.

La presidenta regional de ATA ha insistido en que el acceso al crédito continua siendo una "pesadilla" para los autónomos de Castilla y León ya que supone "la piedra angular" para sus negocios y, "por desgracia, las dificultades para obtenerlo, lejos de mejorar, se amplían". Mayo ha explicado que a prácticamente la mitad de los autónomos que han solicitado un crédito se les ha denegado mientras que al 28,3 por ciento que se les ha concedido ha sido por una cantidad inferior a la demandada.

Mayo ha asegurado que los autónomos de Castilla y León se quejan también de los tiempos de demora en el cobre por lo que ha expresado su preocupación ante la "falta de seriedad" de los deudores, tanto públicos como privados, a la hora de cumplir los contratos firmados y por la lentitud y falta de seriedad en el entramado legal. Según este barómetro, más de uno de cada dos autónomos afectado por la morosidad en la Región tarda al menos seis meses en cobrar su facturas de los que el 28,7 por ciento, uno de cada cuatro, tiene que esperar más de 361 días.

Así, sólo el 15,2 por ciento de los autónomos de Castilla y León tienen que esperar entre 60 y 90 días para poder cobrar sus facturas.