La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha defendido este martes que el proceso de "recuperación nacional" arrancará "desde los ayuntamientos y desde Castilla-La Mancha" después de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 22 de mayo, en las que ha vaticinado un "magnífico resultado" para su partido.

Durante su intervención en los Desayunos Electorales organizados por el Foro ABC, la 'número dos' del PP ha asegurado que los españoles se "juegan mucho" en los próximos comicios y en las elecciones generales que vendrán después, porque se va a "despejar el rumbo" del país, y ha calificado estas dos decisiones de "las más determinantes de la década".

Por eso, ha reprochado al PSOE que pretenda "condenar a los españoles a perder un año más" hasta la convocatoria de las elecciones generales, previstas para la primavera de 2012 y ha asegurado que "necesitan" este año "para ganar tiempo, para decidir entre ellos quién va a ser su candidato". "Pero ese año que gana el PSOE es un año más que pierde España y los españoles para empezar con la recuperación económica", ha lamentado.

Cospedal ha insistido en que la situación de España es de "extrema gravedad", debido a una crisis económica con "cinco millones de parados prácticamente ya", aunque ha hecho hincapié en que sus consecuencias "no son irreversibles", sino que pueden ser solventadas si la sociedad "reemplaza su liderazgo" y lo sustituye por otro "ejemplar" del Partido Popular.

De hecho, ha señalado directamente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por esta situación y ha reconocido que al inicio de la legislatura "nunca" llegó a "imaginar que la dosis de irresponsabilidad iba a llegar hasta los puntos que ha llegado".

Sin embargo, a su juicio, la conclusión "demoledora" del liderazgo de Zapatero es que "nunca nadie en tan poco tiempo ha hecho tanto daño, por no hacer nada donde había que hacer mucho o por hacer mucho donde no había que hacer nada".

"herencia peor" que en 1996

Cospedal ha denunciado la "absoluta incapacidad" de los socialistas ante la crisis desde "el minuto uno" y les ha afeado que no tienen "fe en la sociedad española". El resultado, ha dicho, es que la "herencia" que dejan tras ocho años en el Gobierno es "peor" que la que recibió José María Aznar en 1996.

Con todo, ha querido recalcar también que este resultado no es fruto de un "proyecto personal" de Zapatero, sino que ha sido "respaldado por todo un Gobierno", aunque "algunos" de sus miembros "hoy se intentan separar de ese presidente". "Ha sido un proyecto de todo un partido, el PSOE, además adornado por los barones territoriales, que tienen la responsabilidad de extender a lo largo y ancho de todo el territorio las consecuencias de esa política nefasta del Gobierno", ha agregado.

En cualquier caso, ha defendido que, aunque se tardará "mucho tiempo" en "recuperar el bienestar perdido", el Partido Popular puede revertir la situación, "al igual que hace 15 años", y ha dicho que lo hará con un presidente "con vocación de servicio público" y "anclado en la Constitución", que, entre otras cosas, establecerá un principio de austeridad y una "legislación clara" que fije los techos de gasto y endeudamiento de las Administraciones.

Además, ha asegurado que se luchará contra "el problema más grave de la economía española", que ha situado en la "falta de competitividad" y ha reivindicado que "sólo con una mejor política económica se garantiza una mejor política social". Si ganan las elecciones, ha dicho, el del PP será un "gobierno eficaz, austero y eficiente, que trabaje por el equilibrio de las cuentas públicas y que haga del afán de superación su seña de identidad".

Preguntada durante el coloquio posterior a su intervención acerca de si llevará la propuesta del copago en la Sanidad Pública, lo ha rechazado tajantemente: "No lo vamos a incluir y no lo vamos a hacer", ha dicho hasta en dos ocasiones.