En noviembre y diciembre pasados, el Gobierno vasco llevó a cabo una campaña de control en las obras de construcción. Los inspectores del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social visitaron 372 obras y las conclusiones son demoledoras: ordenaron el cierre temporal de 30 empresas y detectaron distintas irregularidades en otras 77; es decir, un 63% no cumplía la legislación.

Los inspectores se centraron en vigilar la seguridad, como peligro de caídas de altura, riesgo de trabajo en zanjas y los derivados de la falta de coordinación en las obras.

El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social presentó ayer estos datos en el Parlamento y resumió así la situación: «El control es imprescindible para combatir con eficacia la siniestrabilidad laboral».

En las obras de media o gran envergadura el cumplimiento de la ley es mayor, y son las pequeñas las que más infracciones cometen.

Por ello, el Gobierno hará más controles, pondrá más técnicos, seguirá con las campañas de concienciación y pedirá la creación de un fiscal especial para accidentes laborales.