«Intentamos que los estudiantes reflexionen a partir de una educación en valores», explica Miguel Doallo, técnico de Cruz Roja. Para ello se organizan talleres de cinco horas diarias durante dos jornadas consecutivas para intentar prevenir las actitudes violentas y discriminatorias en las aulas de la provincia.

En el caso de los centros de primaria, las actividades cuentan con el apoyo de la mascota del programa Veteri para la realización de juegos y actividades didácticas relacionadas con la convivencia.

También padres y profes

El programa formativo se extiende también a profesores y padres. El pasado año, participaron en él 201 progenitores y 157 docentes. Este año, las previsiones apuntan a que se superarán estas cifras.

«La demanda es mayor este año, sobre todo por parte de los padres», explica Miguel Doallo. El método de trabajo con ellos es diferente. En sesiones de 90 minutos se abordan problemas como la comunicación con los hijos y se les ofrecen pistas para detectar posibles casos de acoso, igual que se hace con los profesores.

Los talleres fueron impartidos el pasado año por 75 voluntarios de Cruz Roja. Además, el programa permitió formar a otras 64 personas en materia de convivencia.