Una moto para no mirar el precio

Lo mejor de este trabajo nuestro es cuando una marca te llama para decirte que te des una vuelta en un circuito con un modelo único. Aunque la XB-RR se deriva de sus hermanas de gama, son muchas las piezas que se han desarrollado pensando sólo en las carreras. Al igual que las demás Buell, utiliza el chasis como depósito de carburante y el basculante para albergar el aceite del motor.

De esta forma, el peso se queda muy centrado, a lo que se une el escape colocado bajo el motor. Otro punto claramente diferenciado con respecto al resto de las Buell es el carenado completo que presenta, algo que no luce una de estas motos desde hace casi 20 años, y que por cierto, sufrió las consecuencias de llevar un tubo de escape pegado al lateral mostrando su quemadura.

Pero la diferencia más clara es la más importante, el motor. Este sigue siendo el V-Twin XB Thunderstorm refrigerado por aire de sus hermanas, pero con una cilindrada de 1.339 cc con inyección electrónica y capaz de desarrollar unos impresionantes 150 CV. Con estas cifras, el comportamiento en el circuito era muy radical, y con la prudencia que requiere el hecho de ser única, las precauciones eran pocas a la hora de apurar frenadas o inclinar en curvas.

Las marchas se engranan al contrario que en una moto convencional -o sea la primera para arriba-, lo que hace que se acumule aún más el trabajo recorriendo el circuito. Pero para contrarrestar los lógicos fallos de quien se sube a una máquina tan especial como ésta, elementos como frenos y amortiguación presentaban un comportamiento excelente para salir airoso de cualquier imprevisto.

La sofisticada suspensión Öhlins logra una estabilidad muy notable en las curvas más reviradas de Calafat. Los frenos, con el particular disco perimetral de sus hermanas, pero en este caso mordido por una nueva pinza ZTL (Zero Torsional Load) de ocho pistones, tienen una frenada muy potente y eficaz, mostrándose muy sensible a la maneta.

Para mejorar el comportamiento y reducir peso se han montado elementos especiales como las llantas de magnesio de seis radios. Pero donde realmente se ha invertido tiempo de estudio es en el carenado de carbono, que ha sido testado durante muchas horas en el túnel de viento para reducir el coeficiente de resistencia al máximo, aunque el resultado no ha sido precisamente atractivo. Lo que sí resulta llamativo son las toberas de fibra que se han instalado en el carenado para permitir la entrada de aire.

Otro elemento que cambia radicalmente en la XB-RR es la transmisión, que en este caso es por cadena para facilitar el reglaje en cada circuito de competición.

En resumen, conducir la máxima expresión de deportividad de una marca de carácter deportivo como es la americana Buell ha sido toda una experiencia y una satisfacción. El precio mejor no preguntar. Total, no hay más motos para comparar.