El acto consiste en una simulación de batalla entre 4 ejércitos, los Cadenas y los Miñones, que encarnan las fuerzas del mal representado en el Judas, y las tropas reales divididas en Granaderos e Infantería, que representan al bien.

Los diferentes ejércitos desfilan por las calles de Villadiego, acompañados por la Banda de Música de la Localidad, para pasar a la batalla en la que se apresa al Judas, que posteriormente es juzgado en la Plaza Mayor.

Durante el juicio se pone de relieve los acontecimientos negativos que han ocurrido durante el último año, de los que culpa al Judas, por lo que es condenado a la quema que simboliza "la purificación" de los malos augurios.

La representación supuso la intervención de 200 vecinos de la localidad ataviados con trajes similares a los que se utilizaron durante años en esta celebración de la que ya se tiene constancia documental en el siglo XVIII. La recuperación de esta tradición le ha supuesto al Ayuntamiento de Villadiego un coste de 18.000 euros.