La Diputación Provincial de Huesca (DPH) lleva desde este martes y hasta el 8 de mayo una treintena de fotografías estereosópicas de Ricardo Compairé al edificio de la Fundación Hospital de Benasque, en los Llanos del Hospital.

Las fotografías están ambientada en el Pirineo altoaragonés, y también en Huesca, Loarre, Zaragoza o Barcelona, y ya fueron expuestos el año pasado en la muestra 'Ricardo Compairé. El trabajo de un fotógrafo' en Huesca, ha informado la DPH en un comunicado.

Los paisajes, las efemérides, los bodegones o la arquitectura son algunas de las temáticas que preocuparon al fotógrafo y farmacéutico oscense en su obra, con la que intentó rescatar todo aquello que se iba perdiendo con la modernidad. Como complemento, en esta exposición también contará con una proyección en tres dimensiones titulada 'El bosque de Oza'.

Los visitantes pueden disfrutar de la exposición descubriendo la técnica estereoscópica, gracias a la que se crea una ilusión de profundidad en la imagen que busca el efecto tridimensional y de la que se puede encontrar una importante producción fotográfica en el fondo de Ricardo Compairé, propiedad de la DPH y con el que se inició la Fototeca hace ya más de dos décadas.

El sistema de anaglifos fue inventado en 1853 y su uso se extendió durante el resto del siglo XIX y principios del XX. Consiste en la sobreimpresión del par estereoscópico en colores complementarios. En cuanto a la proyección en relieve, actualmente existen varios sistemas de proyección, que reciben el nombre genérico de 3D.

El principio óptico aplicado es el mismo que el del anaglifo, es decir, se reproduce el par estereoscópico en dos colores complementarios. Para ambos sistemas de visionado se deben utilizar unas gafas especiales con lentes de dos colores, uno para cada ojo, que se facilitarán en la exposición.

Ricardo Compairé (1883-1965) nació en Villanúa y estudió Farmacia en Barcelona, donde comenzó a interesarse, primero, por la pintura y, después, por la fotografía. Preocupado por la luz y la composición, retrató a las gentes y los lugares de su entorno, con el objetivo de inmortalizar las formas de vida y las tradiciones antes de que estas desaparecieran.

Hecho y Ansó, donde desempeñó su carrera, fueron los modelos para su cámara, con la que no solo fotografiaba lo que veía, sino que también realizaba composiciones de imágenes siguiendo los relatos de las personas.