El 25 de mayo se cumplirá un año de la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, que implantó el descuento del 50% en las multas por pronto pago, redujo el número de sanciones que restaban puntos, unificó la cuantía de las infracciones en todo el territorio nacional y creó el tablón digital de denuncias, más conocido como Testra. El objetivo, según el entonces ministro del Interior y hoy también vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que presentó con entusiasmo la normativa de circulación, era "facilitar las cosas a los que pagan, pero perseguir a los que quedaban impunes, que son precisamente los que más sanciones acumulan", aseveró.

Rubalcaba explicó entonces que la nueva ley de circulación no tenía, en absoluto, ningún afán recaudatorio y aseguró que con ella se reducirían considerablemente los ingresos por sanciones.

Un año después, con los datos en la mano, la situación es muy distinta a la que predijo el ministro. La Dirección General de Tráfico (DGT) recaudó desde el uno de enero de 2010 hasta el 29 de noviembre de ese año (11 meses en total) más de 464 millones de euros, una media de más de 1,2 millones al día, según revela una repuesta parlamentaria del Gobierno, que no incluye datos de Cataluña y País Vasco porque estas comunidades tienen las competencias transferidas.

Son siete millones y medio de euros menos que en 2009. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el año pasado se tramitaron 1.173.263 multas menos que el ejercicio anterior, entre otras cosas, por la huelga de bolis caídos que la Guardia Civil realizó de mayo a septiembre de 2010 para exigir un mejor horario laboral, según fuentes de la Benemérita. Explicación que la dirección de la DGT descartó a este diario, aunque no supo precisar los motivos de la reducción. Pero si comparamos los datos de 2010 con los de 2008 nos damos cuenta de que a menor número de denuncias aumenta de forma llamativa la recaudación. En total, el año pasado se ingresaron 79 millones más que en 2008, pese a que en 2010 se pusieron casi un millón menos de sanciones que ese año.

De media en este trienio, la infracción que mayor número de denuncias ha acumulado ha sido el exceso de velocidad detectado por radar, con casi 4,1 millones de multas y una recaudación de más de 205 millones de euros.

Eso sí, la mayor cuantía recaudada en ese periodo ha sido por la no identificación del conductor tras una infracción, con 1,7 millones de denuncias, y casi 250 millones de euros. La sanción por esta infracción es el triple que la multa por exceso de velocidad y además no tiene descuento.

Cuando se pone una denuncia por exceso de velocidad cazado mediante un radar fijo, la DGT notifica la sanción para que el dueño del vehículo identifique al conductor que cometió la infracción. Si el propietario no responde a los requerimientos de Tráfico, bien porque hace caso omiso o no se entera del aviso, sale publicado en el tablón de denuncias de la DGT (Testra) y a las dos semanas la sanción por exceso de velocidad se convierte en una denuncia por no identificar al conductor.

"A la DGT le interesa que el conductor no se entere de la sanción. Para hacernos una idea. Si te ponen una multa de 100 euros por exceso de velocidad y te enteras, pagas 50 euros por pronto pago y todo solucionado. Si la sanción pasa a ser la de no identificación del conductor sale por 300 euros y no tiene descuento", explicó a 20 minutos Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados. Una tesis que comparten los guardias civiles consultados por este diario.

La Guardia Civil ha denunciado a 3.387 conductores por usar el teléfono móvil manualmente mientras conducían en los siete días de duración de la campaña especial de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT) destinada a evitar las distracciones al volante. Durante la campaña, que comenzó el día 4 y concluyó el pasado día 10, se han controlado en las carreteras españolas, a excepción de las de Cataluña y País Vasco, que tienen las competencias transferidas, 399.237 vehículos. Además, se sancionó a 38 conductores por manipular el navegador y a 169 por llevar cascos de música mientras conducían. Coches circulando por la M-30 (Madrid). Encima del pórtico varios radares fijos controlan la velocidad. En los últimos tres años, los pórticos de este tipo han hecho recaudar a la DGT más de 205 millones de euros.