Confort, elegancia, originalidad y relajación. El rey de la casa, el dormitorio, no ha abandonado ninguno de estos esenciales factores a la hora de incorporar las nuevas tendencias a su particular paraíso. El refugio del sueño juega con los colores, las formas, las medidas y los múltiples accesorios para hacer de cada dormitorio una prolongación de su dueño.El descanso y la privacidad, las principales líneas que sigue la decoración, cumplen su objetivo apostando por la luz natural de día y por las tonalidades íntimas que producen las luces indirectas para la noche.
A gusto del consumidor, las líneas más barrocas no desaparecen en un escenario que cada vez apuesta más por la sencillez de diseños. Para los más clásicos, la combinación de blanco y negro conlleva el éxito asegurado, mientras que el color es la baza perfecta de los más atrevidos. Con criterio, los más pequeños eligen los tonos pastel y la madera como uno de los matrimonios de éxito de una decoración amable, asociada a sus inquilinos.
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