CC.OO.-Aragón ha celebrado este viernes una jornada de análisis sobre las actuaciones inspectoras en relación al riesgo laboral de atraco y violencia. En el acto, el sindicato ha reclamado un plan de prevención urgente que proteja a los trabajadores ante este tipo de sucesos.

El secretario de Salud Laboral de COMFÍA estatal, José Manuel Murcia, el secretario de Salud Laboral de CC.OO.-Aragón, Benito Carrera, y el secretario general de COMFÍA-Aragón, Fermín Arellano, han subrayado en rueda de prensa la importancia de poner los medios adecuados para controlar tanto la violencia interna en los centros de trabajo (acoso sexual o laboral), como la externa que tiene lugar entre trabajadores y toda otra persona presente en lugar de trabajo y que no pertenezca a él.

"A pesar de que las situaciones de violencia interna se van controlando cada vez más con determinados protocolos, en el caso de las externas se viene priorizando la protección del dinero sobre las personas", han lamentado, para exigir que se establezcan medidas para que este tipo de violencia externa, que pueden sufrir, entre otros, los trabajadores de bancos, "se reduzca a la mínima expresión", ha remarcado Arellano.

Las entidades bancarias, joyerías, estaciones de servicio o farmacias son los escenarios donde se producen más atracos. Las situaciones de violencia externa laboral afectan a un 3,8 por ciento de los trabajadores del país y es considerada un riesgo laboral emergente por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el trabajo.

CC.OO. ha señalado que las recientes sentencias judiciales del Tribunal Supremo y el actual criterio del Ministerio del Interior favorecen la creación de medidas que protejan principalmente a las personas y obliguen al empresario a responsabilizarse de la integridad de sus trabajadores.

A este respecto, José Manuel Murcia ha recordado como en el último año tres personas han fallecido por violencia externa, como una trabajadora en un atraco de un banco en Cambrils, para advertir de que es necesario establecer un protocolo de actuación, un plan de emergencia ante estas situaciones, en atracos o ante amenazas e insultos, "para no improvisar cuando no se puede".

Entre estas medidas, ha sugerido instalar detectores de metales y contar con un vigilante jurado que disuada a atracadores y personas violentas de actuar, así como ha señalado que ante estas situaciones los trabajadores pueden abandonar sus puestos de trabajo para evitar riesgos.

Asimismo, después de que un trabajador se haya visto afectado por una situación violenta, ha instado a comprobar si tiene secuelas y a que reciba atención psicológica para que pueda recuperarse por completo, siguiendo cada caso durante un periodo de tiempo. "Los trabajadores que sufren estas consecuencias deberían ser tratados por un médico especialista de la mutua sanitaria antes de volver a su puesto", ha insistido Murcia.