El lehendakari, Patxi López, ha anunciado este viernes la próxima aprobación de un 'Código ético y de buen gobierno' con el fin de garantizar "una gestión limpia, responsable" y alejada del "fraude".

López ha respondido así, durante el pleno de control que celebra el Parlamento autonómico, a una pregunta del PSE-EE sobre las medidas que tiene previstas para evitar actuaciones "cuando menos denunciables políticamente" como las que habrían cometido diversos departamentos del Ejecutivo anterior.

La parlamentaria del PSE Miren Gallastegui ha citado, entre dichas actuaciones, supuestos casos de irregularidades o corrupción que están siendo investigados actualmente, como los conocidos casos 'De Miguel', 'Margüello', 'Zubiaurre' o 'Epsilon', que podrían estar relacionados con cargos del gabinete de Juan José Ibarretxe.

El lehendakari ha afirmado que, si existen indicios de delito, su gobierno tiene la "voluntad" de poner en manos de los tribunales de justicia "toda la información sobre posibles irregularidades en el seno de la Administración vasca".

Además, ha asegurado que su gabinete "siempre acatará y respetará" las decisiones judiciales que se adopten en relación a estos asuntos, una actitud que ha afirmado que deberían mantener todos los partidos para evitar "la desconfianza sobre la gestión de lo público".

López ha recordado que su gobierno ya ha puesto en marcha diversas medidas para incrementar la transparencia y "eliminar el oscurantismo", entre las que ha citado el portal de 'gobierno abierto' o el registro de empresas adjudicatarias, en el que cualquier persona puede consultar qué empresas y por qué importe contratan con la Administración.

"gestión honrada"

"Estamos impulsando códigos éticos de gestión pública justa, equitativa y honrada", ha señalado, para a continuación recordar que el Departamento de Sanidad ha presentado recientemente su propio código de buen gobierno.

Además, ha anunciado que el Ejecutivo aprobará próximamente un 'Código ético y de buen gobierno' con el fin de garantizar "la honestidad, transparencia y responsabilidad y la voluntad de servicio público" en la gestión de sus altos cargos.

Todo ello, parte de la concepción del servicio público "como un valor ético" y pretende asegurar "un Gobierno alejado del fraude, la corrupción, la ineficacia y la arbitrariedad". Además, una comisión de vigilancia velará por el respeto al mencionado código para así lograr "una gestión limpia y responsable".