La "práctica totalidad" de la plantilla de la fábrica de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) se ha concentrado este viernes por tercera vez desde que comenzó la crisis del Grupo Nueva Rumasa —propietario de la compañía láctea—, con el ánimo de "luchar" y la "esperanza" de que el concurso de acreedores "se apruebe cuanto antes", después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 lo remitiese a Madrid.

Junto a ellos, han asistido a la convocatoria, frente a las instalaciones de la planta en la parroquia de Saiar, el alcalde de la localidad, Juan Manuel Rey y concejales de los distintos grupos municipales, con lo que se han juntado entorno a un centenar de personas.

El objetivo de la movilización, según ha destacado la presidenta del comité de empresa, Dolores Ramos, en declaraciones a Europa Press, ha sido visibilizar su situación una vez más y, a mayores, reunir a todos los trabajadores "para dar cuenta de los últimos pasos que se han ido dando".

Así, se trató la última reunión con el conselleiro de Economía, Javier Guerra y el titular de Medio Rural, Samuel Juárez, tras la que acordaron que un gabinete de abogados examine la situación jurídica de la planta con la finalidad de buscar una solución "viable".

"La gente ya es conocedora de todo por los medios de comunicación, pero queríamos reunirnos, porque ahora estamos haciendo los turnos rotatorios y no coincidimos", ha explicado Ramos, en alusión al ERE temporal al que están acogidos. "NERVIOSOS,

Pero con ganas de luchar"

Así, ha apuntado que los trabajadores "están un poco nerviosos, pero con ganas de luchar y apoyando" al comité para sacar adelante la fábrica.

"Esperamos que para entonces ya esté aprobado el concurso", ha señalado, sobre el nuevo encuentro para el que están citados con los responsables gallegos para después de la Semana Santa. Para entonces, además, prevén la convocatoria de una nueva movilización.