Agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de Linares (Jaén) han detenido a once individuos, la mayoría con un amplio historial delictivo, como presuntos autores de delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, receptación y asociación ilícita.

El intenso trabajo de los investigadores, según informa la Policía, llevó a identificar a los componentes de una banda perfectamente organizada que integraban una compleja y sofisticada trama dirigida a garantizar la total impunidad de los delitos que se les imputan. Habían establecido diversos lugares y domicilios para distribuir, elaborar, consumir y vender droga, así como recepcionar efectos sustraídos que los drogodependientes intercambiaban por heroína y cocaína, obligándoles a consumir sus dosis en diferentes habitaciones que se habían dispuesto para tal fin, en especial, en viviendas deshabitadas.

Los detenidos operaban con cierta especialización criminal, repartiéndose las tareas dentro de la organización que habían creado. El considerado "jefe", se ocupaba de la adquisición de la droga, previo pago de la misma y de su posterior reparto al resto de los miembros para su venta, planificando todas las operaciones. Otro miembro, era el responsable del pesaje y corte de las sustancias estupefacientes. Un tercero era el encargado de alertar de la presencia policial en la zona, mientras otro facilitaba la entrada al interior de las viviendas utilizadas para el consumo a los drogodependientes. Uno más, se encargaba del almacenaje de la droga una vez cortada, separando las "ganancias" obtenidas de la venta. Otro las depositaba en diferentes domicilios hasta que todo era recogido y trasladado a una vivienda cuya inquilina carecía de antecedentes policiales, la cual ejercía como custodia de las sustancias estupefacientes, dinero y efectos de procedencia ilícita tales como joyas, electrodomésticos etc.

El cabecilla ejercía una gran influencia ante el resto de los miembros de la organización que obedecían y actuaban en connivencia, siendo habitual la violencia física y desprecio ejercido hacia los drogodependientes, que asumían cualquier castigo o lesión con tal de conseguir su dosis diaria.

Una vez los investigadores habían descubierto el 'modus operandi' de los detenidos, se procedió a la entrada y registro de siete domicilios y la incautación de cuatro automóviles, dos motocicletas, más de doscientos gramos de heroína, cuarenta gramos de cocaína en roca, más de trescientos cincuenta gramos de sustancia para corte, utensilios para el consumo de sustancias estupefacientes, dos balanzas de precisión, así como diferentes efectos de procedencia ilícita, procediendo a la detención de los once integrantes de este presunto grupo criminal y el desmantelamiento de cuatro puntos negros de venta de droga.

Los once detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial que decretó el ingreso en prisión preventiva de seis de ellos.