Abogado del acusado de asfixiar a su bebé admite su "gravísima torpeza" y pide dos años de cárcel

El abogado del padre acusado de matar en Sevilla a su bebé de 28 días de edad asfixiándole con un trozo de papel higiénico de 4,5 centímetros de largo que le introdujo en la boca para que dejara de llorar, identificado como Rubén C.O., ha admitido la "gravísima torpeza" con la que actuó su representado, para el que ha solicitado finalmente dos años de prisión por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave.

El abogado del padre acusado de matar en Sevilla a su bebé de 28 días de edad asfixiándole con un trozo de papel higiénico de 4,5 centímetros de largo que le introdujo en la boca para que dejara de llorar, identificado como Rubén C.O., ha admitido la "gravísima torpeza" con la que actuó su representado, para el que ha solicitado finalmente dos años de prisión por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha acogido en la mañana de este miércoles la tercera y última jornada del juicio con jurado popular contra Rubén C.O. y su pareja sentimental, Esther S.D., en la que tanto la Fiscalía como el abogado que ejerce la defensa de los procesados han presentado sus informes finales, tras lo cual el jurado popular deberá hacer público su veredicto en los próximos días.

En este sentido, el letrado de los acusados ha admitido en declaraciones a Europa Press que el padre de la menor actuó con una "gravísima torpeza", mientras que ha solicitado la libre absolución de la madre al entender que "actuó como lo hubiera hecho cualquier madre", tras lo que ha añadido que ambos, "en un primer momento, creyeron que el problema se podía solucionar de una manera casera, pero luego se dieron cuenta de que no era así y llamaron al 061". "Finalmente, no esperaron ni a la ambulancia y se fueron corriendo directamente al hospital", ha apostillado.

De su lado, la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de 20 años de cárcel para el padre, Rubén C.O., por un delito de asesinato con alevosía, y de 13 años de prisión por un delito de homicidio en comisión por omisión para la madre, Esther S.D., aunque en el caso de esta última ha admitido, de manera alternativa, que se la condene a cuatro años de cárcel por un delito de homicidio imprudente.

Taponar la sangre de una herida

En su declaración, prestada el pasado lunes, Rubén C.O. admitió que actuó "torpemente" al ponerle a la menor un trozo de papel higiénico en la boca, pero quiso dejar claro que su objetivo era taponarle la sangre que tenía en la comisura de los labios. "No le puse el papel para que se callara", aseveró.

No obstante, dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que realizaron la autopsia al cadáver del bebé consideraron "prácticamente imposible, por no decir imposible", que un bebé con tan escasos días de vida pudiera tragarse por sí mismo el papel, por lo que opinaron que alguien tuvo que hacer "presión" hacia abajo hasta conseguir que la celulosa quedara alojada en la laringe.

"Ese mogollón de papel era tan grande como la cavidad de la boca de la menor y del tamaño de su lengua, por lo que fue ese trozo de papel el que le provocó la asfixia", según dijeron los facultativos, quienes subrayaron que "es altísimamente improbable" que el bebé, de 28 días de vida, "fuera capaz de meterse ese papel en la cavidad oral de forma espontánea", pues con esa edad "el acto reflejo es expulsar todo lo que sea sólido". "Un bebé con 28 días no tiene capacidad para ingerir elementos sólidos, por lo que alguien tuvo que empujar y hacer presión para introducir ese papel hasta la laringe", aseveraron.

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