Casi el 20% (1.319) de los que se trasladaron lo hicieron a Málaga y casi 1.000 cordobeses se fueron a Sevilla. Los otros destinos más recurrentes son aquellos con más actividad turística como Las Islas Baleares, Las Canarias y la costa de Levante. Este último dato y que la mitad de los que salieron en 2004 eran jóvenes de entre 16 y 35 años muestra que muchos emigraron en busca de trabajo.

Sólo la inmigración extranjera ha impedido en estos últimos años una fuerte caída de la población. Entre los extranjeros que llegaron en 2004 (3.470) y los que regresaron a casa ‘por Navidad’, la provincia no llegó a perder ni 300 habitantes en un solo año.

Cuatro preguntas a...

José Naranjo Ramírez. Geográfo de la uco y experto en emigraciones

1 ¿Por qué se marchan los cordobeses actualmente? En toda emigración hay una raíz económica. Puede ser que los puestos de trabajo que se ofrecen aquí no sean lo suficientemente atractivos para los cordobeses.

2 ¿Y eso por qué sucede? En Córdoba existe una estructura principalmente agraria, con poca industria y muy concentrada en algunos sitios. Además, el sector turístico no llega a ser muy fuerte porque los visitantes que nos llegan se quedan en la ciudad muy pocos días.

3 ¿La inmigración frena la caída de la población? En todo el mundo los inmigrantes cubren el espacio laboral que no quieren los nativos. Los cordobeses dejan ese hueco porque salen buscando un empleo de mayor garantía y calidad.

4 ¿Qué diferencia hay entre esta emigración y la que hubo en los años sesenta y setenta? Principalmente que es mucho menor en número. Antes los cordobeses emigraban por un problema de subsistencia y ahora su salida es mucho menos traumática, por las ganas de mejorar en el plano laboral. Además, la emigración de hoy es de ida y vuelta, ya que muchos terminan volviendo. En los años sesenta los que se iban terminaban desarraigados de su tierra.

Ana Rodríguez. Empresaria. 29 años. «Me fui a estudiar a la Complutense de Madrid y después de unos años, cuando conocí a mi pareja, me fui a vivir a A Coruña. De Córdoba echo de menos a mi familia y a los amigos, el calor y las callejuelas».

Rafael Pontes. Periodista. 27 años. «Me vine a Madrid por trabajo y por la oportunidad de hacer cosas interesantes. Echo de menos las berenjenas con miel, el salón de mi casa y la Corredera. Vuelvo en cuanto alguien me ofrezca un buen trabajo».