Jacques Henri Lartigue: el gran mago del movimiento

  • Es la primera gran exposición española dedicada al fotógrafo francés.
  • Fue un pionero en la captura de saltos, carreras y despegues.
  • La antología, organizada por La Caixa dentro de PHotoEspaña, cuenta con más 230 piezas entre fotos, cámaras y diarios.
Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París. 1905
Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París. 1905
Jacques Henri Lartigue - © Ministère de la Culture – France / AAJHL
Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París. 1905

Quiso volar desde niño. Las fotos de Jacques Henri Lartigue están llenas de brincos, instantes en los que el salto parece vuelo porque la cámara deja a los protagonistas detenidos en el aire. 

Un mundo flotante. Fotografías de Jacques Henri Lartigue (1894-1986), organizada por la Fundación La Caixa, está incluida en el catálogo de exposiciones de PHotoEspaña de este año.

Es la primera gran muestra dedicada en España al francés Lartigue, un clásico de la fotografía que nunca dejó de considerarse a sí mismo como un simple aficionado.

Lartigue era vivaz, curioso y apasionado. A los ocho años sus padres le regalaron una cámara. Retratarlo todo a diario y acompañarlo de textos en su diario no fue solo entusiasmo inicial. Duró toda la vida.

Sólo cuando Lartigue tenía 70 años, después de apretar el disparador siempre para sí mismo, sus imágenes salieron de la privacidad. John Szarkowski, conservador de fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York, descubrió maravillado la capacidad artística del fotógrafo del movimiento y su enorme producción (120 gruesos álbumes que guardaba en su casa). La primera exhición en la ciudad estadounidense fue un éxito.

Asombro y reconocimiento

El asombro y el reconocimiento fueron inmediatos: en 1974 le comisionaron para hacer un retrato oficial del presidente de Francia, Valéry Giscard d'Estaing, y ese mismo año publicó un libro en colaboración con Richard Avedon.

Le gustaban los coches de carreras, las chicas saltando tramos de escalera, los chapuzones y, por supuesto, la aviación: el deseo cumplido de poder volar. A principios del siglo XX las frágiles avionetas despegaban ante gente que nunca pensó que tal cosa fuera posible. Mientras, Lartigue se lo pasaba en grande fotografiando, deteniendo, reteniendo el movimiento de un mundo que cambiaba cada vez más rápido.

Compartió amistad con la intelectualidad de su tiempo. Entre su círculo estaban Pablo Picasso y Jean Cocteau. Una vez consagrado trabajó con directores de cine como Abel Gance, Robert Bresson, François Truffaut y Federico Fellini.

Un mundo flotante. Fotografías de Jacques Henri Lartigue (1894-1986) se puede visitar hasta el día 19 de junio en el CaixaForum de Madrid (Paseo del Prado, 36). Cuenta con más de 230 piezas entre fotografías, cámaras, cuadernos y agendas. Es, además de una exposición, una celebración del instante, un recordatorio de lo importante que es amarrar en la memoria un segundo de felicidad.

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