La Guardia Civil ha denunciado en Cantabria a 91 conductores dentro de la campaña contra las distracciones puesta en marcha la pasada semana por la Dirección General de Tráfico en colaboración con la Policía Local de varios ayuntamientos.

De los conductores denunciados, 70 fueron sorprendidos hablando por el móvil, y el resto estaban utilizando otros aparatos o realizaban maniobras que impedían prestar atención a la conducción.

Así, tres denuncias se deben a la utilización de cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, distintos del teléfono móvil. Y en 18 casos, los conductores fueron sancionados por otro tipo de distracciones.

Según informa en nota de prensa la Delegación del Gobierno en Cantabria, en total la Guardia Civil controló 1.120 vehículos en la región entre los días 4 y 10 de abril. De ellos, 572 fueron inspeccionados.

Tráfico recuerda que el año pasado se produjeron en España 608 accidentes de circulación con 684 fallecidos como consecuencia de las distracciones al volante, mientras las cifras apuntan que este factor de riesgo aparecía en el 38% del total de accidentes con víctimas.

En el caso de Cantabria, de los 18 accidentes con 19 víctimas mortales que hubo en carreteras interurbanas durante 2010, en cinco de ellos en los que perecieron seis personas, estuvo de por medio la distracción del conductor.

Diversos estudios indican que conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo multiplica por cuatro la posibilidad de sufrir o provocar un accidente. Por eso, Tráfico quiere aumentar la concienciación de los conductores.

El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, ha manifestado su satisfacción por el trabajo y el esfuerzo realizado durante la campaña por los miembros de la Guardia Civil de Tráfico de Cantabria con la colaboración de las policías locales, "una labor que pretende aumentar la concienciación y el nivel de seguridad vial para los conductores y usuarios de las vías".

Ibáñez ha señalado que los agentes no van a cesar en esa labor de control de aquellas conductas que pongan en riesgo la integridad de los propios conductores o de otros usuarios de las vías, con el fin de que cada año sean menos las personas que sufren lesiones o pierden la vida en accidentes de carretera.