Un 11,9 por ciento de los universitarios de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha admitido haber sufrido abusos sexuales con contacto físico durante su infancia, unas víctimas que, en su mayor parte, han sido mujeres (un 89,4%), según un estudio elaborado por la Red de Ayuda a los Niños Abusados (RANA) sobre una muestra de 480 estudiantes.

Con esta cifra, que es similar a la obtenida en estudios europeos similares, RANA busca demostrar que, de la misma manera que ocurre con la violencia de género, los niños pueden sufrir abusos con independencia de las posibilidades socioeconómicas de sus familias, al no afectar únicamente a núcleos "desestructurados".

Según estas encuestas elaboradas bajo el anonimato, un 77 por ciento de las personas que reconoce haber sufrido un abuso sexual lo padeció antes de los 13 años de edad, un 23 por ciento entre los 13 y los 18 años, mientras que para un 10,5 de las víctimas los sufrió de manera continuada en el tiempo.

En relación a la edad, cabe destacar también que los menores de 13 años sufrieron abusos en un 91 por ciento por parte de conocidos, normalmente por un amigo o alguien cercano a la familia, por lo que mayoritariamente (77,3%) no fue necesario el uso de la fuerza para ejercer el acoso.

No obstante, un 81 por ciento de las personas fueron acosadas entre los 13 y los 18 años lo fueron por parte de un conocido, y un 19 por ciento por un desconocido. Asimismo, un 23,8 por ciento lo recibió por parte de su propia pareja y se usó la fuerza en el 47,6 por ciento de los casos, ha detallado la coordinadora del equipo de investigación y psicóloga de RANA, Beatriz Benavente.

Sólo contabilizados los contactos físicos

Además, Benavente ha admitido que no prevén que estas cifras puedan descender durante los próximos años puesto que el estudio únicamente ha contabilizado los abusos en los que ha habido contacto físico. En este sentido, ha remarcado la importancia de los que tienen lugar a través de Internet y de, por tanto, controlar el uso que los más pequeños hacen de la red.

Así, ha hecho hincapié en la necesidad de denunciar los abusos y de confiar en los menores cuando admiten haber sufrido alguno ya que, además, se estima que sólo uno de cada diez menores reconoce haber sufrido este tipo de acosos.

Benavente ha dicho que la asociación recibió entre el 2009 y el 2010 entre 150 y 160 casos relacionados con abusos a menores, si bien ninguno de ellos estuvo formulado por el propio niño, y todos fueron comunicados por algún familiar, conocido o el centro escolar, ante las sospechas. En estas situaciones, RANA les asesora y les deriva a los recursos con los que cuenta la administración.

Consecuencias en la edad adulta

La psicóloga de la entidad ha indicado que las posibles consecuencias que pueden tener una persona en la edad adulta que haya sufrido acoso van desde problemas para conciliar el sueño o trastornos alimenticios hasta conductas de sobreprotección con sus hijos o pareja.

Precisamente, el acoso ha sido el evento traumático que mayor malestar ha provocado a la población estudiada en un 28,5 por ciento, cuando en el colectivo que no ha padecido abusos lo ha sido la muerte de un ser querido, en un 55,8 por ciento de los casos.

Este estudio "pionero" en Baleares ha sido elaborado sobre una muestra de 480 personas, el 69 por ciento mujeres y el 31 por ciento restante hombres. De éstos, la mayoría (48%) tenían entre 20 y 24 años, seguidos por las personas de menos de 20 (35,6%) y las de más de 24 años (16,3%). La "corta edad" que actualmente tienen las víctimas "facilita el recuerdo de los acontecimientos sufridos", ha explicado Benavente.

Por su parte, la consellera de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Fina Santiago, ha subrayado que este estudio debe contribuir a que las víctimas no se sientan culpables de los hechos y que sepan que pueden contar con el respaldo y protección del resto de la sociedad. Asimismo, Santiago ha indicado que su Conselleria está valorando la posibilidad de publicar los resultados de las encuestas.

Investigación sobre el párroco de can picafort

Por otra parte, en relación al sacerdote de Can Picafort que fue apartado de sus funciones por un presunto caso de abusos a menores, la psicóloga de RANA ha indicado que el Obispado de Mallorca les ha comunicado que cerrarían la investigación que llevan a cabo durante esta semana, tras preguntar a varios testimonios, por lo que próximamente enviarán las conclusiones obtenidas a Roma.

En relación a este mismo tema, ha señalado que desde la página web de la asociación los usuarios pueden acceder a un foro específico para las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia para que "cuenten su experiencia o lo que necesiten".

RANA nació en el año 2005 con el objetivo de prevenir y erradicar el abuso sexual infantil en la sociedad y, por ello, lleva a cabo una importante labor de prevención y actuación en los casos de acoso mediante talleres, charlas informativas o cuentacuentos, entre otras muchas actividades.