Las terrazas de los bares de la capital, "feas y poco cuidadas"

  • Diseñadores creen que los veladores cambian, para mal, el paisaje urbano.
  • Este verano abrirán el doble que en 2010.
  • Las solicitudes de apertura han aumentado un 16,4% este año.
Turistas en una terraza.
Turistas en una terraza.
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Turistas en una terraza.

Forman parte del paisaje de la capital cada vez que llega el calor: sillas de plástico mal distribuidas y apiladas unas sobre las otras, mesas de aluminio, sombrillas de playa... Las terrazas de verano, ese elemento urbano tan familiar que siempre vuelve a la ciudad con el estío, van experimentar un boom este verano, transformando la estética de Madrid (para mal, probablemente), según afirman los diseñadores y urbanistas consultados por 20 minutos.

La Asociación de Hosteleros de Madrid La Viña, la más grande de la región, ya ha avisado: solo en los cuatro primeros meses del año se han recibido tantas solicitudes de apertura como en todo 2010. "Si sigue así, podría doblarse el número de aperturas, aunque hay que tener en cuenta que muchos hosteleros se han apresurado a pedirlo debido a la Ley Antitabaco", dicen fuentes de la asociación.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, certifica este alza: hasta el momento, han recibido un 16,4% más de solicitudes que el año pasado, pese a estar aún en abril. Y es que, como contraprestación a la polémica normativa que impide fumar en el interior de los bares, el pasado enero la Comunidad anunció un paquete de ayudas para que los establecimientos hosteleros abrieran más veladores.

Por su parte, el Ayuntamiento modificó sus ordenanzas para ampliar las zonas en las que se permita la instalación de terrazas. En la ciudad hay actualmente 2.500 veladores. "Hay un vacío en la regularización. El Consistorio debería exigir una homogeneización de los criterios estéticos, o al menos unos planes de diseño serios a los dueños de los restaurantes. Si no, contribuirán sin duda al ‘feísmo’ de la ciudad", explica Francisco Herrera, presidente de la Fundación para el Progreso de Madrid. "En París sí que hay normas estrictas sobre la estética de las terrazas", asegura.

De la misma opinión es Alfonsa Segura, directora de la Escuela Superior de Diseño: "La mayoría son feas y cutres. No es que es estén mal hechas, es que ni siquiera cuentan con un plan de diseño. En este aspecto aún estamos muy lejos del resto de Europa".

No obstante, hay excepciones y matices: "Las terrazas de la Castellana están muy bien, por ejemplo", explica Mercedes Pérez, directora de proyectos del instituto de diseño IADE. "Además, cada vez se ven cosas más interesantes, y se nota un esfuerzo de los hosteleros por mejorar", afirma.

Paloma Sobrini, decana del Colegio de Arquitectos, que considera, además, que los mayores filtros burocráticos no harían sino empeorar la situación: "Lo que se debe haber es una política de estímulos. Contamos con muchas menos terrazas que otras ciudades europeas. Si dan más facilidades, los establecimientos se atreverán a competir más con el diseño", asegura.

Sin embargo, José María García, urbanista, cree que hay cosas más importantes que la estética: "Siempre se pone el ejemplo de las terrazas de París..., pero son un horror. Esos veladores cerrados quitan demasiado espacio peatonal a las aceras".

Las normas que sí existen

Las únicas referencias al diseño que se hace en la normativa del Ayuntamiento hablan de "no romper" con las estética de la ciudad y prohibir la exhibición de publicidad. En cuestiones de espacio, son mucho más estrictos: debe haber una separación mínima de 1,5 metros entre dos veladores distintos. Tampoco deben impedir el acceso a edificios.

Guía para poner guapa la acera

  • Acústica: hay técnicas para que el ruido no moleste a los clientes, algo que se echa de menos en las terrazas más cercanas a las carreteras.
  • Climatización: las estufas con forma de hongo que han sido prohibidas en París vendrán bien para el invierno, pero para el verano una gran idea son los vaporizadores de agua, como los que hay en la terraza del Círculo de Bellas Artes.
  • Mobiliario: un mayor cuidado con las sillas y las mesas siempre se agradece. Sillones de mimbre, camas balinesas... son elementos fáciles de ver en los veladores más modernos.
  • Pequeños detalles: en los países escandinavos, por ejemplo, se reparten mantas para protegerse del frío. Cada establecimiento las tiene de un color para diferenciarse del resto de los locales de la zona.
  • Sobrediseño: hay que tener cuidado con decorar demasiado, ya que puede saturar la vista: "En mi opinión, muchas terrazas de la Castellana sufren sobrediseño", dice Ricardo Aroca, arquitecto.
  • Seguridad: la distribución de las sillas, los toldos... contribuyen a que el cliente se sienta más protegido.
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