Al menos tres mujeres son detenidas en París por llevar velo, prohibido desde hoy en Francia

  • Participaban en una protesta contra la nueva ley, que este lunes entra en vigor.
  • La Policía gala puede ponerles una multa de hasta 150 euros.
  • Hay unas 2.000 mujeres que se verán afectadas por la medida.
  • Francia es el primer país occidental en imponer este veto.
Una mujer con burka en el tren de Avignon a París.
Una mujer con burka en el tren de Avignon a París.
Jean Paul Pelissier / REUTERS
Una mujer con burka en el tren de Avignon a París.

La Policía detuvo este lunes a tres mujeres con velo -una con burka, otra con niqab y la tercera con hiyab- delante de la catedral de Notre Dame, en París. La detención se produjo en el transcurso de una manifestación, convocada por la asociación "No toques mi Constitución", en contra de la prohibición del uso del burka (velo integral islámico) en lugares públicos en Francia, medida que entró este lunes en vigor en Francia.

La mujer que portaba el hiyab (prenda no prohibida por la ley que acaba de entrar en vigor) se disponía a leer un manifiesto cuando un grupo de agentes la rodeó y la condujo a un furgón policial, al igual que había hecho con anterioridad con las otras dos mujeres.

Un portavoz policial ha asegurado que los arrestos no se produjeron por la vestimenta de las mujeres sino porque no habían pedido permiso para manifestarse. La policía también detuvo a algunos de los miembros de la asociación convocante que acompañaban a las mujeres.

"No toques mi Constitución" aseguró que había pedido esos permisos, pero que las autoridades se los negaron porque los motivos que reivindicaban estaban fuera de la ley. La asociación reconoció que había convocado la manifestación frente a la catedral de Notre Dame "porque es un lugar simbólico del poder que la religión católica tiene en el país", dijo su portavoz, Rachid Nekkaz.

Kenza Drider, que portaba el niqab, había llegado a París esta misma mañana procedente de Aviñón, en el sur del país, con la intención de participar en la manifestación y en un programa de televisión. Drider fue la única mujer que compareció ante los parlamentarios franceses cuando preparaban la ley.

La joven, de 32 años y madre de cuatro hijos, afirmó que su intención no era provocar, sino mostrar que esta ley va contra su libertad individual.

"Pagaré la multa las veces que sea necesario"

Enteramente cubierta por un burka negro, Newal tuvo tiempo de dirigirse a los medios antes de ser arrestada. "No tengo intención de dejar de llevar el burka. Pagaré la multa todas las veces que sea necesario", ha indicado la mujer.

La joven ha asegurado conocer casos de mujeres que han pensado abandonar Francia por culpa de esta ley. "Yo no me iré, este es mi país. Saldré menos de casa, dos o tres veces por semana, cuando no me quede más remedio. El resto del tiempo me dedicaré a estudiar la religión, que es lo que suelo hacer", comentó.

Soltera, Newal vive con sus padres y asegura que éstos no le imponen llevar el burka. "El velo forma parte de la religión musulmana. El islam no se impone, se vive con el corazón, con el amor a Dios", aseguró.

Ley polémica

La ley, adoptada definitivamente el pasado mes de octubre sin apenas oposición parlamentaria pero tras un debate ampliamente mediatizado, había fijado un periodo de seis meses antes del comienzo de las sanciones.

Formalmente su objetivo es impedir que cualquier persona vaya con el rostro escondido en los espacios públicos -la calle, pero también edificios administrativos, comercios, restaurantes, salas de espectáculos, centros escolares o al volante de un vehículo-, pero la voluntad del legislador era proscribir el burka y el niqab.

La nueva norma prohíbe el uso del velo integral, lo que conllevaría una multa de 150 euros para las mujeres que incumplan la norma. Esta penalización podrá intercambiarse con un cursillo de ciudadanía.

Más de 2.000 se verán afectadas

Los medios de comunicación cifran en 2.000 las mujeres que habitualmente utilizan burka en el país vecino. La entrada en vigor de la prohibición supondrá que dejarán de salir a la calle aunque ya han advertido que no piensan salir sin el velo. Ellas consideran que con la nueva norma se vulneran sus derechos a la libertad religiosa.

En el caso de que fuera un hombre el que estuviera obligando a las mujeres a llevar el burka, la norma prevé una multa que podría llegar a los 30.000 euros y a un año de cárcel, que podrían doblarse si la mujer es menor de edad.

El presidente galo, Nicolas Sarkozy, dijo en 2009 que el burka no es un signo religioso sino de servidumbre de la mujer.

El Ministerio del Interior ha emitido una directiva para las prefecturas y los responsables de las fuerzas del orden para que apliquen la norma, según sus propias palabras, con "discernimiento, pedagogía, privilegiando la escucha y el diálogo".

Se trata de que los agentes que efectúen un control expliquen a una posible infractora que debe retirarse el velo integral y que en caso contrario serán llevadas a comisaría para ser identificadas, con lo que en ese caso perderían varias horas y recibirían una multa.

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