Los consejos de administración de Cajastur (en cuyo grupo se integra CCM), Caja Extremadura y Caja Cantabria han acordado en sus reuniones de este viernes su integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP) por el cual se crea un banco al que se le transferirá el negocio bancario de cada caja.

El nuevo banco, con sede en Madrid, tendrá un volumen de activos de más de 53.000 millones, una red comercial de 1.400 oficinas con posición de liderazgo y cuota de mercado del orden del 20 por ciento en las comunidades de Cantabria, Extremadura, Castilla La Mancha y Asturias, y una plantilla del orden de 6.500 empleados.

El nuevo grupo ha difundido un comunicado de prensa en el que explica que "parte de una sólida posición de solvencia, eficiencia y rentabilidad".

Así, su ratio de eficiencia bruta se sitúa en el 49%, mejor que la media del sector; la tasa de mora es del 4,2% (frente al 5,8% de media del sector) y la ratio de cobertura, incluidas garantías, llega al 148 por ciento.

El grupo apostilla que tiene una cómoda situación de liquidez (con una disponibilidad hasta 2015 de 2,2 veces los vencimientos de deuda mayorista durante este periodo) y de rentabilidad (una ratio de 2,6% de margen bruto sobre activos totales medios y unos beneficios netos atribuidos pro forma en 2010 de 260 millones).

Inversores privados

Los consejos han aprobado, asimismo, el plan de recapitalización que se presentará al Banco de España, en el que no se requiere ningún tipo de ayuda pública y que establece como fórmulas la captación de recursos de inversores privados y, como segunda opción, la generación de recursos internos, a través de plusvalías y retención de benéficos.

En concreto plan aprobado establece como primera opción de recapitalización la entrada de inversores privados en un 20 por ciento del capital del banco, lo que, "en línea con la vocación del grupo de apertura al mercado y a las mejores prácticas en el mismo", le permitirá, más allá de cumplir los requerimientos normativos, tener un superávit de capital próximo a los 600 millones de euros (ya que los requerimientos legales pasarían a ser del 8 por ciento), con el que disponer de mayor capacidad para futuras operaciones en el marco de la reestructuración del sector.

El SIP creado por el Grupo Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, se desarrollará a través de la vía de la gestión indirecta del negocio bancario, establecida en la LORCA, de tal forma que cada entidad, que mantendrá su personalidad jurídica y su Obra Social, segregará su negocio como conjunto y lo transferirá al banco a cambio de una participación accionarial en el mismo.

El SIP está participado en un 66 por ciento por Cajastur, un 20 por ciento por Caja de Extremadura y un 14 por ciento Caja Cantabria. El consejo de administración del nuevo banco estará formado por 11 miembros, de los que 9, incluido el presidente ejecutivo, serán dominicales y 2 serán independientes.