El MARM pone en servicio el Camino Natural del Corredor Badajoz-Cáceres para la puesta en valor de las vías pecuarias

Las obras han sido promovidas por la Junta y financiadas y dirigidas por el ministerio por importe de 1,1 millón de euros

El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) ha puesto en servicio el Camino Natural del Corredor Badajoz-Cáceres, para la puesta en valor de las vías pecuarias que lo conforman como lugares de esparcimiento en el medio rural, potenciando las actividades turísticas y recreativas como el senderismo, el cicloturismo y la cabalgada.

Este corredor, que une ambas provincias extremeñas a lo largo de 176 kilómetros, discurre por las siguientes vías pecuarias: cordel de la Enjarada y Segura; vereda de Malpartida o del Lavadero de Lanas; vereda de Aldea del Cano; cordel de Malpartida a Aliseda de Azagala; así como a través de las cañadas reales del Casar de Cáceres, Puerto del Pico y Miravete, Puerto de la Villa y Sancha Brava.

Las obras de este Camino Natural, que cumplen con los criterios del Programa de Caminos Naturales desarrollado por el MARM, han sido promovidas por la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, y han sido financiadas y dirigidas por el ministerio por un importe de 1.107.356 euros.

Las principales actuaciones han consistido en la limpieza y adecuación de las vías pecuarias para mejorar su continuidad, acondicionando tramos parciales del corredor a base de zahorras y realizando diferentes obras de drenaje para facilitar el desagüe, según ha informado el MARM en nota de prensa.

Asimismo, en algunos casos ha sido necesario el retranqueo de alambradas y paredes ya existentes, con el objetivo de dotar al camino de una anchura suficiente para los fines descritos. A estas actuaciones hay que añadir la instalación de elementos de seguridad, a modo de talanqueras de madera, y la colocación de señalización direccional e interpretativa del medio.

Refugios y albergues

Como actuaciones singulares destaca la construcción de refugios para los usuarios del camino, un observatorio de aves realizado en madera, y la creación de dos áreas recreativas, una en Puerto Clavín y otra en Valverde de Leganés, ambas equipadas con mesas, bancos, zona para juegos infantiles, aparcabicis y aparcamiento para coches.

Por otro lado, también se han construido dos albergues para senderistas en las localidades de Valdesalor y de Valverde de Leganés, consistentes en edificaciones de una planta y dotadas de área de recepción de visitantes, zona de descanso y reunión, cocina y office, y servicios higiénicos.

La puesta en marcha del Corredor Badajoz-Cáceres se une a los más de 3.200 kilómetros existentes de caminos naturales, de los que más de mil son vías verdes, contribuyendo a diversificar la actividad económica de la región, conservar los espacios naturales a través de la educación medioambiental.

A su vez, se busca favorecer la conservación del patrimonio cultural y tradicional, dotando de nuevas funcionalidades a infraestructuras abandonadas, y permitiendo de este modo el cuidado y transmisión del legado cultural de la zona.

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