El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha señalado que "ve complicado" que la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, y el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, puedan compatibilizar "el trabajo de ser alcalde", con ser diputados en las Cortes regionales "al mismo tiempo".

A preguntas de los medios, García-Page se ha referido a las listas regionales del PP para las elecciones del 22 de mayo, en las que Romero y Román se presentan como cabezas de lista de Ciudad Real y Guadalajara respectivamente, y ha rechazado "el pluriempleo en política" porque "es mejor dedicarse a una sola cosa".

En este sentido, García-Page ha recordado que él mismo ha rechazado "opciones" a nivel regional, aunque apoya "a muerte el proyecto de Barreda para Castilla-La Mancha". Según el alcalde, los problemas y la dedicación que requiere una ciudad "hacen que me falten horas".

Candidatos independientes

En cuanto a los candidatos del PSOE a las elecciones municipales de Toledo, García-Page ha señalado que el interés del PSOE es presentar una opción con la que los ciudadanos se sientan cómodos, y para ello se han incorporado candidatos que no están afiliados a ningún partido, "no porque el PSOE esté mal visto, sino por no excluir a nadie".

Así, el primer edil ha indicado que se trata de una lista "muy de raíz toledana" porque está compuesta por personas de Toledo "comprometidas y apolíticas".

A preguntas de los medios sobre las críticas lanzadas por la candidata 'popular' a la alcaldía de Toledo, Paloma Barredo, que asegura una "recolocación de funcionarios y cargos de la Junta en las listas del PSOE al Ayuntamiento", García-Page ha pedido respeto y ha destacado que él sabe "lo que quiere", y "a quién quiere" para ello.

El primer edil se ha referido también a las declaraciones de la candidata 'popular' en las que ha manifestado su intención de eliminar trámites y "simplificar la burocracia a la que tienen que enfrentarse los empresarios" para incentivar la creación de empleo.

Sobre este tema, García-Page ha considerado que durante su mandato ha visto disminuir el tiempo de tramitación de las licencias de obras "de nueve meses a cinco días", y ha pedido a Barredo que "no tome a los ciudadanos por tontos".