El barrio de Loiola de San Sebastián recuperará, aproximadamente a finales de julio, un espacio público de casi 1.200 metros cuadrados gracias al desmantelamiento y demolición de la EBAR (Estación de bombeo de aguas residuales), que durante los últimos 40 años ha impulsado al mar las aguas residuales procedentes de todo el valle del Urumea, en concreto de los municipios de Urnieta, Hernani y Astigarraga, que incluyen grandes caudales de aguas industriales.

En un comunicado, Aguas del Añarbe ha explicado que, de este modo, aportará su "granito de arena a la revolución urbanística que vivirá Loiola en los próximos meses", gracias a la reurbanización del solar que dejará libre esta estación de bombeo, cuya demolición permitirá además el avance de los trabajos de Euskal Trenbide Sarea ETS en la zona.

El Consejo de Administración de Aguas del Añarbe procedió, en su sesión del pasado jueves 31 de marzo, a la aprobación del proyecto y de la licitación de las obras de desmantelamiento y demolición de la EBAR Loiola por un importe de 308.215,30 euros, con un plazo de ejecución de dos meses.

La construcción de un nuevo emisario terrestre exclusivamente para las aguas industriales de la papelera Zicuñaga de Hernani (actualmente en ejecución y que discurre por el interior del Colector del Urumea) permitirá que las aguas residuales domésticas de los municipios de Hernani, Urnieta y Astigarraga puedan ser introducidas en la EDAR de Loiola para su depuración.

En consecuencia, la estación de bombeo de Loiola quedará en desuso lo que permitirá suprimirla. Durante 2010 se bombearon cerca de 17 millones de metros cúbicos en la EBAR de Loiola, de los que el 47 por ciento correspondió a aguas industriales de distintas fábricas del valle del Urumea.